El diario plural del Zulia

Venezuela anhela un cambio, por Manuel Ocando

En Venezuela se acaba de asestar uno de los golpes más siniestros a la constitución nacional por parte del régimen.

El heroico pueblo venezolano y el mundo entero han sido testigos una vez más de la violación de nuestra constitución, cuando en clara complicidad con el CNE, jueces penales y gobernadores del PSUV infringieron la Constitución al dictaminar que los ciudadanos de los estados Apure, Aragua, Bolívar, Carabobo y Monagas no pueden ejercer uno de los derechos más sagrados de los pueblos libres, el derecho al voto, convalidando así la suspensión del proceso de recolección del 20 % de manifestación de voluntades previsto para el 26, 27 y 28 de este mes.

Existe una confabulación de parte del gobierno y del partido de gobierno para impedir que el pueblo venezolano exprese su palabra sobre la salida a la crisis. Esto está sucediendo, como es claro, en los días previos de un proceso en donde a millones de venezolanos saturarían los centros dispuestos por el Consejo Nacional Electoral para dejar registrada su decisión de revocar el presidente.

El Gobierno, empujado por el ala radical del chavismo, termino pateando el tablero y ahora el juego evidentemente es otro. Sin duda, el chavismo liderado por Maduro se consolida como un Gobierno autoritario negando a los venezolanos los derechos fundamentales establecidos en la carta magna.

Según lo que se está viviendo en los actuales momentos en este país, existe una clara evidencia que el gobierno juega a su continuidad en el poder sin importarle el apoyo del pueblo, lo que implica que sin presión social y política no habrá posibilidad alguna de cambio. Debemos salir a la calle a protestar pacifica y cívicamente puesto que las transiciones suceden cuando el costo de la represión es más alto que el costo de tolerar el cambio.

Es obvio que si no hay una respuesta categórica por parte del pueblo venezolano mayoritariamente opuesto al gobierno, la suspensión del referendo se transformaría en una decisión terminante.

Aunque no va a ser tarea fácil, esta crisis es también una oportunidad para que todos los venezolanos asumamos nuestra responsabilidad y cumplamos con nuestros deberes contemplados en la constitución.

Los venezolanos en estos momentos, no queremos golpe de Estado, sino un cambio político, democrático y constitucional, basado en una consulta electoral. Los únicos que dan golpes son los militares. Lo que queremos es la movilización del pueblo para impulsar el referendo revocatorio presidencial y poder salir de este desastre al que nos condujo la revolución chavista.

El país entero tiene anhelos de cambio y los malos momentos que vive Venezuela debemos dejarlos atrás trabajando colectivamente, con la profunda convicción de que es posible cambiar el gobierno y superar el hambre, el desempleo, la inflación, la inseguridad, el desabastecimiento, la crisis sanitaria y la corrupción.

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