Un proyecto exitoso, por María Guadalupe Núñez
En la actualidad hay una interesante e intensa discusión sobre la calidad académica, científica, humanística y cultural de la Universidad autónoma. Algunos niegan el más mínimo avance, otros lo reafirman; pero nadie puede obviar su papel en el desarrollo de la investigación, la extensión y la formación de la élite profesional del país.
Como universitaria, he sido crítica de la lamentable situación de nuestra universidad, acelerada con el “socialismo del siglo XXI” en su inútil empeño de ponerle de rodillas. Dentro de mis atribuciones he dado respuesta a las exigencias de la comunidad de LUZ pero muchos esfuerzos han sido vanos por la camisa de fuerza impuesta que impide un mayor campo de acción, el presupuesto insuficiente.
En este sentido, reconozco los esfuerzos titánicos que realizan sus comunidades académicas y las que le sirven de apoyo, para avanzar en propuestas que en su momento fueron innovadoras y hoy continúan vigentes como lugar de esperanza para el resurgir de esa universidad estudiosa y vinculada con las comunidades a las que sirve.
Un ejemplo de ello son los núcleos decanales de la Costa Oriental del Lago (COL) y Punto Fijo, integrados a su entorno y constituidos en señal de identidad de la población, que este 20 de mayo arribaron al XXIV aniversario de su creación por el Consejo Universitario de LUZ y la aprobación del Reglamento de Núcleos, un año después.
La historia de núcleo COL, en Cabimas, por ejemplo, está asociada a la lucha histórica de los pueblos del petróleo por lograr su autonomía administrativa del gobierno central del Zulia que no les apoya en sus exigencias de atención a los problemas que les quejan y su deseo de trascender su pasado y presente minero.
El núcleo COL se crea por el empuje de la sociedad civil, la Iglesia y el personal de las extensiones facultarias existentes, que coordinaron esfuerzos en pro de la concreción del proyecto. Su flexible estructura organizativa (del tipo matricial), sustentada en departamentos y programas académicos de pre y posgrado, le permite atender con la rapidez debida las exigencias del entorno con propuestas curriculares innovadoras y posibilita que el personal académico, adscrito a los departamentos, en los que se genera la investigación, la docencia y la extensión, preste servicio en cualesquiera de los programas que le requieran, de acuerdo con su especialidad y habilidades.
Esto es, no hay la visión de compartimientos estancos que establece la estructura tradicional napoleónica. Saludo a quienes con su aporte han contribuido o contribuyen a elevar el quehacer académico de los núcleos decanales y su vinculación con el entorno.
