El diario plural del Zulia

El “trancazo agrícola”, por Werner Gutiérrez Ferrer

Bajo el slogan “Precio justo ya” los productores agrícolas del estado Portuguesa iniciaron desde la semana pasada una jornada de protesta con acciones de calle, impulsados por la urgente necesidad de que el Gobierno nacional a través del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras (MPPAT) je los nuevos precios de aquellos rubros agrícolas que se mantienen controlados, principalmente arroz, azúcar, maíz y café, entre otros.

Estas acciones que en principio comenzaban por una toma de la autopista José Antonio Páez en Acarigua - Araure en la entidad llanera, al no recibir respuesta de parte del Gobierno nacional, se ha transformado en un movimiento impulsado desde las propias bases de los gremios agrícolas bajo el nombre de “Trancazo agrícola” que logró sumar las voces del sector ganadero regional y nacional.

Este movimiento cuyo interés fundamental es la defensa del sector primario productor de alimentos, ya amenaza con extenderse a otras regiones. Desde distintos gremios se elevan propuestas para organizar una jornada de protesta en todo el territorio nacional en defensa del derecho de nuestros agricultores y ganaderos a disponer de las condiciones necesarias para producir los alimentos que le urgen al pueblo venezolano.

Para ilustrar al lector sobre los justos reclamos que han obligado a nuestros productores a apartarse de sus labores habituales en sus campos, ocupando las vías de comunicación, tomaré como ejemplo dos rubros: el maíz blanco y la caña de azúcar.

La cosecha nacional 2016 de maíz blanco ha concluido. El grano fue entregado a las plantas receptoras, estando a la espera del anuncio por parte del MPPAT del nuevo precio. Los productores organizados en Fedeagro y la agroindustria han propuesto al Gobierno fijar el kilogramo de maíz a 243,00 bolívares a nivel de productor, mientras la harina de maíz sería adquirida por el consumidor a 770,00 bolívares.

La zafra 2016-2017 de la caña de azúcar apenas inicia sorteando con enorme empeño condiciones adversas. Por medio de Fesoca, gremio que agrupa a las productores de este rubro, se ha insistido que el precio mínimo a cancelar al productor por kilogramo de azúcar debe ser 760,00 bolívares, quedando establecido el precio a nivel de consumidor a 1.530,00 bolívares.

Wilmar Castro Soteldo, MPPAT, luego de meses de espera y de infinitas reuniones con los gremios, informó que han “venido confrontando incoherencias en la estructura de costos, por lo que se encuentran en revisión de las mismas, para la definición de los precios”.

Las graves consecuencias de la improvisación gubernamental en materia agrícola las continúa sufriendo el pueblo. El campo venezolano continuará de pie. Desde Portuguesa, inspirados en la tenacidad del prócer José Antonio Páez, ha advertido que aquí no se rinde nadie. Continuaremos unidos, “siendo manos y no dedos” en defensa del productor agropecuario nacional. ¡Sí se puede!

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