Tragedia, por Humberto Rivera
La tragedia es un acontecimiento fatal que causa una cantidad de muertos lamentables que sucede intencionalmente. Causa una conmoción dolorosa a los familiares y amigos que el tiempo se encarga de consolar.
Pero a la tragedia a la que me voy a referir es crónica y permanente a la que nos hemos acostumbrado inertes y que diezma a la población, cada asesinato diariamente en Venezuela en su mayoría es de un varón joven que tanto el muerto como el que no lo mata dejan unos hijos al cuidado de madres jóvenes, pobre e inexpertas con muy escasos recursos para costearle la alimentación y la educación.
Ellas comienzan a llevar sus criaturas en brazos con lo cual estimulan la compasión de la gente y obtienen escasos recursos e insuficientes para su propósito, más tarde los utilizan para vender TIQUES DE LOTERÍAS que tampoco dan el resultado económico deseado. Allí estos adolescentes son abordados por bandas criminales de sicarios quienes los adiestran en esta criminal actividad con lo cual obtienen mejores beneficios a costa de matarles la piedad y hacerlos unos criminales como ellos.
Para combatir el sicario se han creado fuerzas policiales mal entrenadas, pervertidas a quienes se les permite disparar y los supuestos infractores con la etiqueta que hicieron de armas contra ley, cuestión que en algunas ocasiones puede ser verdad, la cual queda a la discreción del Funcionario la evaluación y ejecución de los disparos mortales a otras personas.
Nunca un crimen se combate con el crimen y esto agrava la situación porque este funcionario que no había matado a nadie inicia una cadena criminal que yo comparo con la virginidad que una vez que se pierde se abre otro mundo y el segundo asesinato ya no cuenta con la restricción de nunca haberlo hecho, no quiero extenderme más en este macabro relato sino alertar en la necesidad de estudiar la situación y tomar medidas humanas, cristianas y efectivas. Por este motivo propongo la creación de un ministerio de alimentación y educación a los cuales acudan las madres afectadas para inscribir a sus hijos huérfanos y obtener los principios fundamentales en la atención de los niños que serían alimentación y educación.
