Tiempo de cambio para el wayuu, por Rubia Luzardo
La historia de Venezuela nos está marcando nuevos horizontes y los wayuu no podemos estar alejados de estos escenarios de cambio y viraje en la política nacional. Tal como se vivió el protagonismo en 1999 con la promulgación de una constitución política que reconoció los derechos históricos de las sociedades indígenas, hoy la consciencia en la participación está presente pese a la manipulación política, populista y mediática.
Sin perder la perspectiva de la realidad latinoamericana para los grupos étnicos, hay que reconocer que las diversas vicisitudes enfrentadas por estos en toda la región, se han convertido en el principal instrumento de lucha y consciencia política en la demanda por la configuración de los Estados pluriculturales.
A nivel nacional los sujetos indígenas están despertando obligados por una realidad social y económica crítica, conscientes de la manipulación y discriminación política que los ha anulado sistemáticamente en el desarrollo de sus territorios y autodeterminación propia. Algunos ya están rechazando las formas de participación sujetas a los intereses partidistas e ideológicas extrañas, “con eso no se come o sobrevive en el tiempo”, manifiestan muchos.
Estas situaciones que han caracterizado la participación indígena en Venezuela, develan que los intereses partidistas se anteponen a los colectivos y ancestrales, limitando así los derechos consagrados constitucionalmente, comprendiendo que la verdadera transformación social y democrática ocurrirá cuando exista la independencia a ideologías ajenas a la nuestra, lo cual nos interpela a retomar la verdadera ideología de la indianidad suramericana.
En estos tiempos de decisiones políticas necesarias para la nación, la participación activa nos convoca a toda la sociedad democrática en la búsqueda de alternativas de solución a los diversos problemas y conflictos que atraviesa el país, los wayuu estamos apostando al cambio sin dejar de pensar en función de garantizar la democracia plural y multiétnica en los próximos eventos electorales, en la necesidad de contribuir con una participación consciente de los sujetos indígenas, independiente a la figura de los partidos tradicionales.
El tiempo de cambió llegó eso no lo duden, la dialéctica es sabia, si atendemos el discurso reciente del Jefe de Estado en actos conmemorativos al 12 de octubre, este nos convocó a los pueblos indígenas a una descolonización, y la mejor forma de descolonizarse es rechazar la invasión extranjera a los territorios ancestrales para el aprovechamiento de sus recursos, dejar de seguir ideologías ajenas a las propias y sobretodo destronar los líderes indígenas impuestos en funciones de gobierno. Concretando así el protagonismo de dirigentes propios descolonizados y sin ataduras político-partidistas. Los wayuu vamos a participar en la próxima recolección del 20% de firmas para la activación del referendo revocatorio y no habrá bolsa de comida que lo detenga.
