Sin siembra no hay cosecha, por Werner Gutiérrez Ferrer
Salvo algún milagro divino, podemos decretar que el año agrícola 2016 se ha perdido. Las ilusas esperanzas que mejoraría la disponibilidad de alimentos ante el “arranque del motor agroalimentario” se desvanecen. Los gremios agrícolas han confirmado lo que veníamos advirtiendo, quedaremos muy lejos de cubrir las “fantasiosas estimaciones” de siembra que prometía Wilmar Castro Soteldo, militar que dirige el MPPAT.
Analicemos en primer término el rubro maíz. Concluida la época de siembra en Barinas, en este estado solo se alcanzó a cubrir el 50 % de lo planificado. En Portuguesa, las intensas lluvias presentadas en las últimas semanas impidieron cumplir las labores de siembra, y se conformarán con alcanzar un 80% de la superficie estimada. De Guárico, las proyecciones son pesimistas, y se espera que pudiese cubrir un 50 % de lo proyectado. En resumen, de 700 mil hectáreas que se prometían desde el MPPAT alcanzar, solo lograremos sembrar alrededor de 400 mil.
Los agricultores no contaron a tiempo con los agroinsumos necesarios. La semilla de maíz, en su mayoría importada, fue entregada a cuenta gotas, y de manera tardía, y continúan sin disponibilidad de los agroquímicos específicos para sus cultivos.
En el caso del arroz, el escenario no es diferente, de las 320 mil hectáreas que se necesitan establecer para cubrir la demanda nacional, solo se alcanzarán a sembrar alrededor de 110 mil hectáreas. No se dispone de semilla, la cual es de producción nacional, ya que en las plantas de Agropatria se cometieron errores en la temperatura adecuada para su secado, y se dañó.
En las hortalizas el panorama es más entristecedor. Ante los resultados vistos al cierre del primer semestre del año, se estima que solo se cubrirá el 25 % de la superficie tradicionalmente sembrada. En el cultivo de la papa, ya se perdió el primer ciclo de siembra, el gobierno no trajo la semilla necesaria, solo se espera una cosecha de 60 mil toneladas de las 230 mil planificadas.
Ante el evidente fracaso en el ciclo de invierno actual, impuesto por la falta de respuesta del gobierno y las abundantes lluvias, los productores de Portuguesa evalúan la opción de adelantar la siembra del ciclo norte - verano para el mes de agosto, sin embargo dependerán que se presente un periodo de bajas precipitaciones para la preparación de suelo, y el gobierno, a través de Agropatria, garantice el suministro de agroinsumos.
Escampará y veremos, pero los pronósticos meteorológicos indican un segundo semestre lluvioso, y lo peor “no parece escampar” en el escenario de los desaciertos gubernamentales. Nicolás Maduro y sus ministros algún día terminarán de entender que “sin siembra no hay cosecha, y sin cosecha, comida tampoco hay”.
Mientras, la Venezuela agrícola continuará insistiendo en un cambio de rumbo para iniciar la recuperación del sector. Del país depende tomar las decisiones correctas. ¡Sí se puede!
