¡Si no es tuyo, debe ser de alguien!
A lo largo de la vida, he escuchado sugerencias a los padres por parte de especialistas, psicólogos, terapeutas, oradores y maestros sobre la honestidad, aconsejando que deben decir lo siguiente: “hijo, cuando encuentres algo que no es tuyo devuélvelo”. Ante ese consejo yo me pregunto ¿realmente cada padre internaliza la palabra “devolver”? Más allá de escuchar frases como estas, o ver videos a través de las redes sociales y afirmar que debe ser así, ¿cuánto de esta información se aplica?
Muchas veces el factor tiempo, empleo, ocupaciones, entre otras actividades, suelen alejar a los padres de los bolsos de sus hijos, incluso, hay quienes ni siquiera recuerdan el diseño de morral que llevan diariamente a la escuela. Es por ello, que deben reflexionar si están llevando a cabo el trabajo de inculcar a los hijos la honestidad y el respeto por lo ajeno. Si están educándolos con relación a la importancia de no tomar las cosas que no le pertenecen, que cada objeto tiene su dueño y por ende, si encontró algo olvidado, explicarle y concientizarlo que debe devolverse a su dueño o, a su lugar de origen.
Esa enseñanza debe generar la confianza en los hijos. Cuando te dirijas a ellos, manifiesta tu punto de vista colocándote siempre en su lugar y a su altura.
Aquí un ejemplo: cierto día una de mis hijas llegó a casa con una borra y me dice: ¡mami esta borra me la regaló una amiga!... hice silencio (como conozco a la mamá) le dije está bien, que bueno, vamos a llamar a su mamá para darle las gracias y cerciorarnos que la autorizó ¿te parece? A lo que respondió: si, ¡ok! Eso hicimos, y efectivamente su mamá estaba consciente del hecho. Esta acción aumentó mucho más la confianza y el estar más alerta en esos casos, para así fomentar la responsabilidad, la comunicación y la confidencia.
A medida que los hijos crecen, aumenta la dimensión de sus acciones, por tanto, es importante no perder de vista lo que tienen y lo que llevan a casa. Verificar no solo su morral, sino también sus actitudes, lo que sienten, lo que los mueve. Es necesario conocerlos y confiar en ellos, aún más cuando eres consciente de las herramientas que entregas para su desarrollo. Comprobar el buen uso de esas herramientas es una labor diaria que se debe llevar a cabo para fomentar valores y enseñar a los hijos el mérito de todas las cosas materiales e inmateriales y para lograrlo, es necesario enfocarse en dirigir sus pasos con integridad permitiendo que se hagan responsables por sus acciones.
Si bien no puedes hacer las cosas por ellos, eres responsable de darle instrumentos oportunos que les permitan crecer en una sociedad que espera mucho de él, un individuo con compromiso, disciplina, respeto, tolerancia y demás valores que demostrarán un gran ser humano que demuestra valor en la tierra.
Dedícate no solo a contribuir con el bienestar de tus hijos y su sana evolución. Participa junto con otros padres en la creación de estrategias que brinden a los hijos confianza en ellos mismos y en los demás sin miedo, sin señalamiento, solo con el amor de sus padres dedicados hacer de ellos seres creíbles de existencia.
¡Mamá, gracias por enseñarme a valorar cada pequeño detalle que la vida me regala!