El diario plural del Zulia

Sembrando futuro, en los campos agrícolas, por Werner Gutiérrez Ferrer

El 15 de octubre se cumplen 57 años que en aula prestada por la Facultad de Ingeniería, se impartiera la primera clase de nuestra por siempre amada Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia.

Fueron 57 jóvenes que enamorados por la palabra inspiradora del doctor José de Jesús González Matheus, decano fundador, iniciaron sus estudios en el año 1959 con la rme ilusión de convertirse en los primeros Ingenieros Agrónomos de nuestra alma mater.

Esta fecha marca un hito importante en la agricultura y ganadería venezolana, considerando que para ese momento, esta carrera solo era impartida en la Universidad Central de Venezuela. Durante su prolífica historia nuestro accionar ha estado íntimamente ligado al desarrollo agropecuario zuliano.

La consolidación de la viticultura en el municipio Mara; el impulso de la ganadería de doble propósito en toda la cuenca del Lago de Maracaibo; el desarrollo de 60 mil hectáreas de plátano en el sur occidente venezolano; el establecimiento del cultivo de la palma aceitera en nuestro estado llegando a superar las 45 mil hectáreas sembradas; el indudable éxito del Programa de desarrollo ganadero El Laberinto en el municipio Jesús Enrique Losada; el desarrollo frutícola en otrora muy exitoso en el municipio Mara, hoy desplazado hacia el Sur del Lago de Maracaibo, y por último, los importantes pasos dados para la generación de un centro agrícola vegetal en los suelos de la Planicie de Motatán, son solo algunos logros de los cuales debemos sentirnos orgullosos todos, obreros, empleados, docentes, estudiantes y egresados que hemos tenido la dicha de haber colocado un pequeño grano de arena para alcanzarlos.

Durante estos 57 años la historia ha demostrado que en aquellos proyectos agrícolas del Zulia en los cuales el gobierno de turno ha desconocido el criterio técnico - profesional de nuestra institución, han fracasado estrepitosamente. La mayor prueba de ello el Proyecto Diluvio - Palmar, hoy denominado Los Tres Ríos, o el cementerio de plantas procesadoras de sábila, yuca y plátano dispersas en la geografía zuliana.

Más allá del aporte de 2500 egresados que han apuntalado al sector agrícola nacional, una de las funciones principales de una institución universitaria es la orientación de la sociedad en las áreas inherentes a sus competencias. Está obligación no debe ser jamás abandonada por posiciones acomodaticias en búsqueda de las migajas del gobierno nacional, ni menos el atreverse a colocar el buen nombre ganado por nuestra facultad durante su hermosa historia, a favor de cuestionados proyectos políticos de la región. Hacerlo, es una traición al legado heredado de quienes impulsaron con dignidad nuestra creación y consolidación como la institución encargada de sembrar el futuro en los campos agrícolas venezolanos. Dios nos ilumine, para retomar nuestros pasos por los senderos que nos reclama este momento histórico del agro venezolano. Si se puede!

 

Lea también
Comentarios
Cargando...