El diario plural del Zulia

¿Qué se negocia?, por Luis Fuenmayor Toro

No es posible saber qué se está negociando, pues la mayoría somos ajenos a ese proceso. Suponemos que hay aspectos económicos, sociales y políticos. Para algo vino Shannon a Venezuela y conversó con Maduro, posiblemente sin testigos, y esa una de las razones para que sea Shannon el negociador del Departamento de Estado; sí, del odiado imperio. Shannon y Maduro se conocen desde que Maduro era canciller en el gobierno de Chávez. Shannon, además, habla muy bien el español, por lo que las negociaciones se pueden hacer en el único idioma que medio habla Maduro, sin necesidad de intérpretes, ellos dos solos, de manera que nadie sepa exactamente qué se negoció; lo saben sólo Shannon y Maduro.

En el ámbito económico los convenios deben ir alrededor de la desaparición del cambio múltiple y del control de cambio. De hecho, el Gobierno ha avanzado en ese sentido con el dólar ese que ya va por encima de los 600 bolívares, acercándose al dólar negro que está encima de los un mil bolívares. Otro tema es el de la eliminación de los subsidios indirectos, que gustan tanto a chavecos y mudecos, y que han sido la peor estafa contra el erario público y el mecanismo más perverso para engañar a la gente y generar las más grandes riquezas.

Recordemos que lo practicaron adecos y copeyanos con Recadi y luego el inmortal los imitó, como hizo con todas las lacras del pasado, pero elevándolas a la máxima potencia: llegó a tener 4 tipos de cambio. Otro aspecto es la sinceración de los precios, en el cual el Gobierno también ha avanzado. El paquetico lo están aplicando haciéndose los pendejos.

Políticamente se negocian el revocatorio, éste o el próximo año, versus las elecciones de gobernadores y consejos legislativos regionales de diciembre. Imagino que si Maduro, y junto con él una parte de sus cortesanos, tienen que desprenderse de la Presidencia de la República, como producto de un acuerdo, el chavecismo querrá mantenerse hasta 2019 y jugará para que el revocatorio sea en 2017. De ser así, la MUD exigiría las elecciones regionales este año, para incrementar sus cuotas de poder al extenderlas al Ejecutivo de los estados. Un arreglo contrario también sería posible: Maduro se va, pero se quedan los gobernadores. Mientras tanto. Cada uno de los polarizados insiste en sus posiciones más extremas y continúan la política de amenazas y contra amenazas, para tratar de seguir manteniendo los votos que tuvieron el 6 de diciembre de 2015. Pero están negociando, aunque lo nieguen.

Otros temas de las negociaciones deben tener que ver con la escasez, la de las medicinas por ejemplo, que es mucho mayor que el 15 por ciento aceptado por la mentirosa de Luisana. Este gobierno está entre los más mentirosos tenidos.

 

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