El diario plural del Zulia

Preso, by Julio Portillo

En cualquier país del mundo los graves errores de un gobernante se pagan con la destitución del cargo o con la cárcel. Después de lo ocurrido en estos días, donde hubo comercios quebrados, muertos, saqueos, mentiras del mandatario, interminables colas del pueblo para deshacerse de la moneda retirada, suicidios, detenidos, empresas con trabajadores ausentes, bancos incendiados, militares depositando inmensas cantidades de dinero en cajas, angustia colectiva, Maduro debe ir preso. Como dice François Mauriac: “los hombres de Estado son como los cirujanos, sus errores son mortales”.

Los venezolanos ya han sentenciado a Maduro, no puede irse del poder a empantuflarse, le esperan los barrotes de la prisión. Hitler se suicidó, Mussolini y Sadam Hussein fueron ahorcados, Monagas y Pérez Jiménez fueron derrocados, Philippe Pétan fue condenado a cadena perpetua, Trujillo fue asesinado, Nixon obligado a renunciar, Stroessner fue derrocado y exilado.

Lo ocurrido en Venezuela en estos días no es poca cosa. Diosdado Cabello insultó gravemente a la Iglesia Católica y al Presidente de la Argentina; Delcy Rodríguez, canciller, protagonizó un espectáculo deleznable en Buenos Aires amenazando a los diplomáticos de Mercosur con meterse por las ventanas a la reunión a manera de asalto; y el General Padrino en Barinas, cuando todos los pronósticos hablan de una hiperinflación en el 2017, anuncia que el próximo año tendremos alimentos y medicinas, con lo cual reconoce el actual desabastecimiento.

Maduro en su primera intervención llegó a decir que ya estaban en Venezuela los nuevos billetes, los mostró en televisión, para terminar diciendo en su segunda alocución que los billetes venían en tres aviones que fue ordenado su regreso al lugar donde se imprimían, por saboteo. ¿Dónde están las pruebas de ello? Gustavo Le Bon afirma que “uno de los hábitos más peligrosos de los hombres políticos mediocres es prometer lo que saben que no pueden cumplir”.

La situación del país es cada vez más grave, el Nicolato arrecia con sus esbirros los ataques a diputados, periodistas, políticos, al pueblo del Estado Bolívar, a los presos políticos, a la economía del pueblo venezolano. No podemos comunicarnos con el exterior porque el gobierno eliminó el discado directo. No pueden entrar los nacionales al país, con doble nacionalidad, sino con pasaporte venezolano vigente, pero las Embajadas y Consulados están restringiendo cada vez más la entrega de este documento, la infl ación se ha tragado los aumentos de salarios

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