Política y desprecio, por Dr. Angel Rafael Lombardi Boscan
Nadie en su sano juicio entiende la política moderna sin la cortesía y el respeto por los adversarios, que de paso, en un sistema democrático genuino los roles entre el que está mandando y los que están en la oposición se intercambian con fluidez y sin ningún drama. Adecos y copeyanos en la IV se enfrentaban en público pero luego eran capaces de concertar acuerdos y de convivir. Con los bolivarianos, este estilo, se abandonó por completo. Hugo Chávez (1954-2013) prometió fritar las cabezas de adecos y copeyanos y esto no quedó en metáfora. Asumió la política de la confrontación basado en los roles de amigo/enemigo del alemán Carl Schmitt (1888-1985), para más señas, un simpatizante de los nazis y partidario del “estado total”.
Ideológicamente el chavismo es una gran confusión. Se dicen socialistas pero no lo son, bajo el entendido de que solo se puede concebir el socialismo en franca libertad y prosperidad; se dicen revolucionarios pero tampoco han transitado esa ruta a menos que la palabra revolución sea lo mismo a destrucción, además, carecen de algún tipo de épica armada exitosa en una lucha contra los opresores. Se dicen que están al lado del pueblo pero lo martirizan, humillan y desprecian porque cada día hay más pobres. En realidad el chavismo solo comulga con el ideario totalitario de una izquierda antidemocrática cuya inspiración y modelo es la tiranía de 57 años de los Castro en Cuba. Y de paso, de tanto atacar a los fascistas, retóricamente, hoy se parecen a ellos y sus prácticas despiadadas de ir acabando, vía represión, con sus adversarios políticos. ¿Cuántos presos políticos y de conciencia tenemos en las cárceles? Pasan de cien y la cifra va en aumento.
En Venezuela la polarización se acabó. El régimen se encuentra en minoría y es incapaz de negociar una transición pací ca que le permita sobrevivir políticamente en su nuevo rol desde la oposición. Se niega a reconocer lo evidente y apela a la violencia de una militarización a contra viento de la misma Constitución vigente que dice defender. De persistir en esa conducta irracional y dogmática los niveles de la confrontación seguirán aumentando y produciendo un mayor sufrimiento en la población que es la que está en el medio.
La MUD hoy dicta la agenda política Nacional a través de su estrategia electoralista, aún sabiendo que el CNE, TSJ, FANB y todo el peso institucional del Estado persigue la lógica del PSUV, y esto porque el rendimiento gubernamental es completamente fallido y sin ninguna posibilidad realista de enmienda. Cada día que pasa los ciudadanos percibimos que todo desmejora dramáticamente. Que en un día de semana laborable y sin elecciones, la MUD haya puesto a correr al régimen como lo hizo este 1º de septiembre, es un triunfo político gigantesco.
La reacción de Maduro no fue la de un presidente en sus cabales, sino la de un hombre aplastado por sus limitaciones políticas y humanas. Ofensivo, soez y desesperado arremetió contra el Presidente de la Asamblea Nacional de una forma denigrante y vulgar, impropia de la investidura de la cual está revestido. Ramos Allup debe estar muy feliz al tener como jefe de su campaña hacia Mira ores al mismísimo Presidente.
