Pasión por Maracaibo, por Rubia Luzardo
Hoy conmemoramos un año más de la fundación hispana de Maracaibo, conocida por la población prehispánica como: “Ma’lakaiwou” o “Marakaaya’a” de los contemporáneos Arahuacos. Transformada en el tiempo arquitectónicamente, y denominada por el marabino, maracucho, maracaibero “la tierra del sol amada”.
Evidentemente, debemos reconocer su historia étnica, ya que estudios diversos con rman la preexistencia del hombre un milenio antes del encuentro. Por ejemplo, para evidenciarlo podemos citar que el arqueólogo Cruxent y su equipo, descubrieron en el barrio Manzanillo, piedras trabajadas o choppers y raspadores de madera fósil. Asimismo, en muchas partes del Zulia se han encontrado fósiles, artefactos líticos y restos de ora y fauna. Mario Sanoja e Iraida Vargas, develaron la existencia de formas de vida sedentaria 1.800 AC en el Guasare.
Tiempo próximo a la llegada del colonizador, estudios coinciden sobre la presencia de numerosos grupos en la cuenca del lago y sus alrededores provenientes de varias regiones de la actual América y que hacen parte de las grandes familias Arahuaca, Caribe y Chibcha. Según documentos publicados, en el occidente de Venezuela se encontraba a los Caquetios, Gayones, Achaguas, Ayamanes, Onotos y otros. Cerca de 20 parcialidades indígenas vivían en la cuenca del otrora cristalino lago, incluyendo a los contemporáneos Añú, Wayuu, Yucpa, Barí y Japreria.
De acuerdo a los datos históricos, los primeros años de asentamiento fueron difíciles, conllevando a una refundación entre los años 1569 y 1574, respectivamente. Maracaibo, consolidada como pequeño poblado en sus orígenes, fue creciendo con una larga historia sembrada en la memoria colectiva de sus habitantes por generaciones. Es así como de una ranchería pasó a un pueblo, una ciudad, una urbe y una gran metrópolis con un inseparable lago, un relámpago y la Chinita como testimonio de su origen indígena.
En la Maracaibo de hoy, el crisol humano y de culturas, nos interpela a la búsqueda del encuentro, el valor a los antecedentes históricos sustentada en el amor y la pasión por esta ciudad, por ello, sus habitantes debemos unir esfuerzos para recuperarla en su belleza natural, en su gente, dinamizar el progreso, en su ciudadanía y riquezas colectivas. Aplaudiendo iniciativas como las promovidas por el grupo “Pasión por Maracaibo”, muy atinentes a las demandas actuales de nuestra ciudad. ¡Feliz Cumpleaños Maracaibo el mejor regalo que te ofrecemos es continuar sembrando pasión por ti!
