El diario plural del Zulia

Rodrigo Méndez: No hay peor ciego que el que no quiere ver

 

Se está por cumplir seis meses del fracaso del 30 de Abril, hoy estoy convencido de que fue un peine montado por el clan  del Régimen y fue pisado por Guaidó.

El tablero del Tirano muestra así una jugada  maestra, con  ese movimiento de fichas.

Y son diez  los meses con Guaidó en escena.

Este tiempo ya es largo y tormentoso para el drama del pueblo venezolano. Muchos sus aciertos pero tres fracasos,  tienen mucho peso, aunque sigue siendo la esperanza, como la luz de una ? vela el tiempo la consume y agotada su esperma, el fuego devora la mecha y ésta no tiene retorno, tampoco la gente a la calle,  su ímpetu o momentum pasó,  ya no saca  la masa la para llevarlo a tomar su oficina en Miraflores.

Erró con la entrada Si o Si de la ayuda humanitaria, luego con la frustrada convocatoria a su oficina de Miraflores y por último el mismo frustró lo que llamó la Marcha del 1 de Mayo.

Con todo y la aprobación del TIAR,  la Comunidad Internacional recula pensaron que sacar a Maduro era coser y cantar, y  los Radicales que ofrecieron que al invocar el Tratado de inmediato un ejército vendría a resolver el problema de los Venezolanos no han querido entender que “no hay almuerzo gratis”, “nadie hará por Venezuela lo que sus hijos estemos dispuesto hacer, esa es la primera ley natural de la selva.

Lo cierto que cada día compruebo que nuestra ceguera ideológica no nos deja ver el elefante en las cejas, confundimos los deseos con la realidad, esto no nos permite entender  lo que efectivamente sucede, nuestra mente nos juega una broma, abandonamos la intuición, se nos olvidan las enseñanzas de la lógica Aristotélica que como cualquier ciencia busca la verdad y es la que establece las reglas para hacer un razonamiento correcto.

Así dejamos de observar las

axiomas de probabilidad y olvidamos precisar las condiciones mínimas que deben verificarse para que una función definida sobre un conjunto de sucesos determine consistentemente sus viabilidad de suceder.

Y nos aventuramos a pronosticar o remitirnos a profetas que afirman:  “mañana es la invasión o ya tumbaron a Maduro” luego, con sus  patas largas la verdad nos alcanza y como "ice bucket” balde de agua helada  nos hace reaccionar dejándonos en shock, acto seguido somos tierra fértil para que se apoltrone la depresión.

Nuestro error es creer que por ser miembros de la OEA, ONU u otro ente o foro internacional se tiene derecho a que otros pueblos vengan a realizar nuestras luchas.

Acaso pagamos nosotros tributos a un tercer país para que los hijos de esos pueblos vengan a ofrendar su vida por nuestro bienestar, o será que dejamos de ser Nación y pasamos a ser mera agrupación de personas que permanecen en un territorio?

La verdad es que hasta que se organice la fuerza popular y contundente que nuestros  barrios y campos concentran hasta ese día no comenzará  el fraguado del agua viva y fresca  única con el poder para hacer germinar     Ia semilla de la libertad, que dará frutos dulces y vigorosos al pie del camino irradiado con la luminosidad del Rayo Catatumbo esa es la Victoria.

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