El diario plural del Zulia

Marcha a Caracas, por Carlos Alaimo

Es la hora de la lucha por los derechos civiles, de la ciudadanía, es la hora del pensamiento, de la idea, pero también de la acción decidida y firme. Es el momento clave de retomar y desempolvar el pensamiento genuino de líderes como el pensador hindú Mahatma Ghandi, el político sudafricano Mandela y el pastor estadounidense Martin Luther King. Esta semana es crucial para el país. Y es que Venezuela va a cambiar el 1 de Septiembre. No hay duda. No podemos predecir el alcance del mismo. Pero va a cambiar.

Las diferencias políticas son tan abismales que han degenerado en divisiones familiares y en rupturas dentro de la sociedad venezolana en general. Más allá de la separación afectiva estas ha sido llevadas en muchas oportunidades al terreno de la violencia. Escenario perturbador que ha llegado a traducirse en un contingente importante heridos y víctimas mortales.

El último de ellos fue la "La salida", estrategia política de un factor de la derecha venezolana, liderada por Leopoldo López, quien hoy está condenado a Prisión. 43 muertos le costó a la Nación esta decisión política e incluso cambios en la directiva de la Mesa de la Unidad (MUD), como el caso de Ramón Guillermo Aveledo y otros integrantes de ese grupo. Esto, por manifestar diferencias sobre esa aislada propuesta de la oposición.

No hay entonces vacilaciones cuando afirmamos que el jueves se suscitará una transformación. Hasta el punto, incluso, que podría no solo obligar al CNE a dar la fecha del Referéndum Revocatorio, sino también a poner a pensar al propio presidente Nicolás Maduro acerca de la revisión de su modelo político que está llevando al país a esta difícil situación de crisis expresada por primera vez en su historia en una desmedida y peligrosa hambruna, falta de medicina y atención médica, que aumentan la morbi-mortalidad en cifras que dan dolor  y tristeza.

Estas diferencias de visiones de modelos de gobierno deben ser confrontadas con métodos pacíficos, modernos y constitucionales. La violencia es primitiva, los atropellos no son humanos y los abusos para impedir la expresión de un pueblo son anticonstitucionales. Los ciudadanos tienen el derecho de pronunciarse. Fijar posición. Deben sentirse libres para poderse sumar, desde la provincia incluso, a la "Toma de Caracas" y marchar desde su localidades.

A pie, en mula, en bicicleta, en vehículo, o en vuelo aéreo, pero asistir. Es la hora de las mentes brillantes del país; de esa luz que hizo posible que Rómulo Betancourt y Rafael Caldera y Jóvito Villalba se unieran para crear un proyecto de país incorporando que hiciera posible que el 90 por ciento de esa Venezuela estuviera representada en la construcción de un modelo democrático capaz de frenar al Castro- Comunismo de los años sesenta por la vía de la guerrilla.

Venezuela se resiste a vivir en el modelo paupérrimo que viven los ciudadanos en Cuba, quienes además de no tener libertad, viven de la miseria que le da su régimen. Es por esta convicción democrática que hoy tenemos una amplia representación en la Asamblea Nacional. Pero así como es la hora de las vocaciones democráticas, lúcidas e incluyentes, de los políticos venezolanos, necesitamos también sumarles los corazones y mentalidades de ciudadanos comprometidos y con convicción.

Nuestra realidad y nuestra historia lo reclaman, piden PAZ y acciones SIN VIOLENCIA. Ghandi, Mandela y Martín Luther King lo hicieron posible. Fueron estratégicamente coherentes en su pensamiento, discurso y su actuación para cambiar el rumbo de sus naciones y ser ejemplo en el mundo.

No hay duda, debemos revisar este capítulo de nuestra historia para que los factores de poder se confronten en terrenos donde la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, quede desactivada, neutralizada. ¡Que hable el pueblo, Que se expresen los ciudadanos este 1 de septiembre!....a partir de ahora, de este crucial momento, ya no hay vuelta atrás!

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