Las criptomonedas, por Dante Rivas
El Gobierno venezolano está decidido a implementar todos los mecanismos necesarios para fortalecer e impulsar la economía nacional, y una muestra más de ello es el reciente anuncio del presidente Maduro con respecto a la creación del “Petro”, una criptomoneda que sin duda nos permitirá avanzar en materia de soberanía monetaria y nos pondrá a la vanguardia en esta nueva forma de comercio mundial, que es libre de la acción de agentes especuladores.
Pese a que los pesimistas de oficio están criticando la medida, son muchas las ventajas de este medio digital de intercambio que garantiza integridad y equilibrio en las transacciones.
El “Petro” será una moneda virtual, respaldada por las reservas de petróleo, diamantes, gas y oro de la nación, que ofrecerá mayor dinamismo y seguridad al público al momento de gestionar las operaciones financieras, como los pagos de bienes y de servicios por Internet.
Al mismo tiempo facilitará el acceso a nuevas formas de financiamiento internacional, así como la captación de nuevos capitales, para lograr el desarrollo económico y social del país, contrarrestando el bloqueo financiero perpetrado por Estados Unidos contra la nación.
Otra bondad es que asegura operaciones rápidas, directas, sin intermediarios, protegidas bajo encriptación y eso evita que se puedan duplicar o falsificar. Aunado a esto, al no estar obligadas a pasar por ningún banco las comisiones por transacción son muy bajas.
Este sistema, que además acentúa la pérdida de la hegemonía del dólar, está basado en el Bitcoin, la primera criptomoneda creada en el mundo en 2009, que funciona con mucho éxito en varios países como un sistema de pagos manejado por archivos y una serie de instrucciones informáticas.
En Venezuela, el observatorio del Blockchain será la base institucional, política y jurídica para su lanzamiento.
Aprovechemos la disposición, el talento humano y la tecnología que tenemos en nuestras manos y trabajemos con esta alternativa por el bienestar de nuestro pueblo. Un abrazo.
