El diario plural del Zulia

La sombría realidad venezolana, por Manuel Ocando

La pasada semana, que debió estar llena de fiestas de Navidad y de fin de año, de amigos secretos y de otras costumbres navideñas, así como de compras de regalos, estrenos e ingredientes para el plato navideño, fue la más espantosa para los venezolanos al iniciarla con un notificación de parte del presidente de la República que en 72 horas los billetes de 100 bolívares deberían salir de circulación.

Las aglomeraciones del pasado viernes de diciembre no eran precisamente para hacer las tradicionales compras navideñas y de fin de año o para hacerse un regalo de esos a los que está habituada la gente en los días decembrinos. Las “colas” ahora eran para suplicar por la venta de alimentos ordinarios sumándosele ahora también las respectivas a colas para adquirir efectivo; el nuevo artículo suntuario así como también para canjear el devaluado billete de 100 bolívares.

La caída estrepitosa del billete de 100 bolívares inventado por los ilustrados economistas del chavismo es tal vez la más categórica expresión de la ruina económica de hoy día, que estos improvisados sabios le han dejado a la nación venezolana.

El régimen juega con nuestras mentes buscando hacernos perder el juicio. Estableciendo disposiciones que, lejos de solventar los problemas, los agrava en forma indecible para sumergirnos aún más en un estado de confusión, pobreza y de miseria típicamente castro-comunista.

Nos han convertido en una población empobrecida donde el ciudadano común se ha aprendido a reír de sus miserias haciendo chistes, tal cual como lo hace el cubano común al contestar cuando se le pregunta: “¿cómo hacen ustedes para bañarse si no tiene jabón? Pues nos bañamos con jabón angolano, nos echamos agua y nos pasamos la mano”. Nos hemos convertido en una sociedad miserable, destruida, miedosa y enferma. La Venezuela de otros tiempos parece desdibujarse en una sombría realidad llamada socialismo del siglo XXI.

El retrato que hacemos en la actualidad de la realidad nos dice que Venezuela es un país que está bajo el caos producido por los controles y por un Gobierno que se apropió de las libertades, sobre todo de las más elementales como es la de producir, las de pensar, las de hacer el libre albedrío, las de innovar e imponiendo controles sobre toda actividad del ser humano.

Hacemos votos por que el año próximo sea un año de prosperidad y pedimos al Todopoderoso que nos libre de las perversidades y mezquindades de este mal gobierno. Igualmente les pedimos a nuestros dirigentes más solidaridad con el pueblo y que depongan sus intereses individuales luchando por un cambio que permita encontrar a la Venezuela que está perdida producto del desgobierno de estos 17 años de gestión chavez-madurista.

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