La salud: nuestro principal tesoro, por Judith Aular de Durán
A raíz de la constante debacle que hemos visto en los últimos días en torno al tema de la salud en nuestro país, es importante tocar el tema y concienciar sobre lo primordial que como seres humanos tenemos. A veces recurrimos al médico en última instancia ya cuando lamentablemente no hay mucho que hacer, porque hay enfermedades silenciosas que se van comiendo nuestro organismo y no sabemos en realidad que están presentes. O simplemente cuando existe un dolor y muchas veces también se hace caso omiso a estas señales.
Una de esta enfermedades es la terrible diabetes, enfermedad silenciosa que se aloja en la sangre, popularmente conocida como “azúcar en la sangre” que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2008 aproximadamente 347 millones de personas en el mundo sufrían esta enfermedad y que en el 2012, fue la causa de muerte de unos 1,5 millones de personas, siendo los países con medianos y bajos ingresos los primeros en la lista de los decesos.
Son cifras alarmantes que de verdad merecen la atención de todos. Es cierto que en nuestro país el sistema de salud ha desmejorado y que hay una crisis de medicamentos que ha disminuido la calidad de vida de todos los venezolanos, por ellos debemos sumar esfuerzos en preservar y cuidar nuestra salud. El consumo excesivo de grasas, gaseosas y golosinas incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad que para el 2030 según la OMS, se estima sea la séptima causa de muerte en el mundo.
Al ser diagnosticado con diabetes tipo 1 o tipo 2, el páncreas no produce suficiente insulina por lo que hay que recurrir a inyecciones para evitar comas. Con el tiempo la enfermedad va deteriorando los órganos y es capaz de producir ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, neuropatías e infecciones que pueden llegar a causar amputación de algunos miembros.
A propósito del Día Mundial de la Salud, este es el principal mensaje, cambiemos nuestro estilo de vida por una vida saludable y equilibrada. El mundo no va a cambiar si nosotros no cambiamos. Pensemos en un futuro donde podamos alcanzar todos los objetivos propuestos, todo tiene control si se diagnostica a tiempo. Se puede vivir una vida tranquila y normal con el sano cuidado y la prevención necesaria. La educación y la conciencia van de la mano con nuestra salud. ¡Tenemos que cuidarnos!
