El diario plural del Zulia

La salud en la Cuba castrocomunista, por Manuel Ocando

Con el advenimiento de la revolución en Cuba y el establecimiento del sistema comunista, comienzan en Cuba transformaciones radicales en su sistema de salud. El nuevo sistema que se desarrolla a partir de 1959 logró resultados que en su mayoría se han degradado evolutivamente.

El sistema de salud fue totalmente intervenido y controlado por el Estado. Al tomar el poder, el gobierno comunista se apropió de todas las instituciones de salud; se eliminaron las modalidades de atención médica privada; y desaparecieron los colegios médicos y otras organizaciones colegiadas independientes de profesionales. Estas irracionales medidas, además de sus múltiples consecuencias adversas, tuvieron funestos resultados desde el punto de vista ético pues se sustituyó la obligatoria relación médico-paciente, por una impersonal relación estado-paciente.

Cuando universalmente se acepta que los pacientes tienen el derecho según el código de ética médica de elegir libre y voluntariamente a sus médicos, en Cuba los enfermos están obligados a atenderse con los médicos y en los centros que decide el gobierno, sin otras alternativas. Jamás el régimen ha permitido a los cubanos, ni igualdad ni equidad en lo que respecta a los servicios médicos. Existiendo una privilegiada élite gobernante, sus familiares, amigos y protegidos, quienes reciben siempre una atención totalmente diferente.

Los médicos y su equipo de salud no poseen libertades, carecen de estímulos salariales y de motivaciones profesionales. Todos los profesionales del equipo que conforma el equipo de salud son asalariados del Gobierno, cumplidores obedientes de sus órdenes, sin libertad de acción, no solo en el plano laboral, sino incluso en lo atinente a la creatividad y en el aspecto relacionado con la superación como profesional de la medicina.

Los viajes y vínculos con el exterior están rígidamente controlados por el Gobierno, lo que ha impedido o reducido al mínimo, los intercambios y la actualización de los profesionales del sector con sus homólogos de la comunidad científica internacional. Esta política reaccionaria y violadora de los derechos elementales de un profesional médico, afecta con especial acento a los médicos especialistas, cuyos necesarios contactos con colegas de otras naciones, están aún más restringidos por las autoridades.

Las estadísticas médicas se controlan políticamente y no por un organismo especializado independiente Esto ha permitido el manejo de los indicadores de salud, en función de intereses político-ideológicos, y con propósitos propagandísticos.

Resulta impresionante el deterioro de los centros de salud en Cuba, la infraestructura en general, los inmuebles, el equipamiento, el abastecimiento de medicamentos e insumos; a esto se suman, las precarias condiciones higiénico-epidemiológicas existentes. La caótica situación imperante determina que los enfermos, al ser hospitalizados, deben llevarlas sábanas, los alimentos; y en ocasiones el agua que van a usar.

Gran parte de las llamadas misiones internacionalistas, se han dado en la modalidad de reclutamientos de un contingente importante de profesionales hacia otros países. Destacando el hecho que estas misiones médicas cubanas no son humanitarias y bondadosas sino que los médicos cubanos trabajan y el Gobierno cobra sus divisas.

Como médico me pregunto ¿es esta situación de salud la que queremos para nuestra querida Venezuela, petrolera y rica en minerales preciosos? De las innumerables crisis que han impactado a Venezuela, hasta ahora ninguna había impactado tanto la salud de sus ciudadanos como el colapso de salud que estamos viviendo actualmente. La crisis sanitaria que vivimos está afectando tanto el sector público como el sector privado, limitando fuertemente el acceso a la atención médica, al punto de aumentar una gran cantidad de muertes evitables, según lo revelan los médicos de las instituciones de salud y los gremios profesionales vinculados a la salud.

Lea también
Comentarios
Cargando...