El diario plural del Zulia

La Reconstrucción: la tarea que nos espera, por Manuel Ocando

E l escenario venezolano ha dejado de ser crisis para convertirse en colapso. Luego de cuatro años consecutivos con el índice inflacionario más alto del mundo y severas caídas del Producto Interno Bruto (PIB), no queda más que comenzar con la reconstrucción, la cual exige una urgente transformación política en el país.

Para reconstruir el país, en primer lugar, hay que descontaminarlo, desintoxicarlo, desinflamarlo. La reconstrucción del país no será un trabajo fácil, luego de una etapa considerablemente larga de desaciertos económicos y políticas sociales equivocadas y destructivas que nos han devastado y nos han convertido en un país miserable, dado el abandono y el deterioro que se ha implantado en nuestro país en los últimos años.

Cuando se acabe el gobierno actual el país quedará despedazado y fragmentado. Es necesaria la debida reconstrucción institucional, jurídica, ética, de principios, de valores, de todo ese espíritu sobre el cual se fundó la nación y que ha sufrido los embates irracionales del gobierno durante los últimos años de socialismo del siglo XXI. Es el momento para seguir trabajando, superándonos y con ando con nuestro esfuerzo en lo que será la transición y la reconstrucción.

Es necesario recomponer a Venezuela, para reconstruirla afectiva, social, económica y políticamente. Restituir el pacto social establecido en la Constitución para hacer valer los derechos y garantías de los venezolanos y restaurar el equilibrio entre los poderes públicos.

Es imprescindible convertirnos en un país en el que todos cooperemos con todos, en la que quepamos todos y no que reine le exclusión política o social, en la que cada ciudadano actúe en forma responsable contribuyendo con su esfuerzo cotidiano en la obtención del objetivo fundamental de convertir a Venezuela en una gran nación. De gente reflexiva, racional, productiva, responsable y comprometida con su país. La preocupación por la gravísima situación que vive el país, sentida por todos nos exige ser críticos, creativos, solidarios.

Todos somos necesarios, por tanto hemos de ser constructores y actores de la Venezuela que queremos. Venezuela es de todos, y para reconstruir el país debemos ayudarnos como hermanos, buscar juntos soluciones a nuestras necesidades y penurias. Es un gran error cerrarse en enfoques ideológicos fracasados y en fanatismos o en legados intocables.

Los que estamos persuadidos y convencidos de que Venezuela puede ser un país democrático, plural y floreciente, sabemos que el actual gobierno está en su fase terminal. Se les acabó el tiempo. No podrán seguir burlándose de los venezolanos, puesto que ya están llegando a su etapa final.

La reconstrucción del país, no será una labor fácil, pero el gran entusiasmo de ver que nuestro país renace, superará ampliamente las dificultades que debemos enfrentar. Solo tenemos que lograr salir, por la vía democrática y constitucional, de esta situación triste y deplorable a la que nos condujo el socialismo del siglo XXI y nunca más repetir este error histórico.

 

 

 

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