El diario plural del Zulia

La pusieron completa, por Hugo Cabezas

Como dice el dicho popular: el oposicionismo ahora sí la termino de poner, y la puso completica. No le bastó la torta que pusieron nacionalmente, con la convocatoria el lunes 23 de enero a marchar contra el presidente constitucional, Nicolás Maduro. Será su último día, ahora sí va para afuera, ya nadie lo resiste, a firmaban con delirio sus principales dirigentes.

Cuentan que Julio Borges y Ramos Allup tuvieron una fuerte discusión por quién sería su sustituto; dicen, los lengua larga, que la misma se terminó cuando se acordaron de Henriquito. Ambos se preguntaron qué hacemos con él, ambos coincidieron en que había que dejarlo que siguiera “metiendo la pata”, íngrimo y solo.

Los demás no cuentan. Son invitados de piedra, para que hagan bulto, agiten banderas y terminen con la garganta irritada de tanto gritar en vano. Sí, en vano y sin sentido. Cualquiera que sepa algo de política, de política para este tiempo, sabe muy bien que sin pueblo y sin Fuerzas Armadas, no se tumba gobierno. Y el oposicionismo ni tiene pueblo ni Fuerzas Armadas.

Al primero lo siguen tratando con desprecio, siguen siendo los niches, los cotizudos, los pata en el suelo de siempre. A los segundos, no se cansan de endilgarles los más acres cuestionamientos, los acusan de ser culpables de todo cuanto ocurre en el país. De todo cuanto malo ocurre en el país. Así no se hace política, por lo menos política seria; al menos que, se sea un calichero de la política.

La segunda torta la están poniendo, está en pleno desarrollo como diría Walter Martínez. Dicen ser defensores de la democracia, pero patean la mesa de diálogo. No terminan de entender qué es la democracia, la conciben solo como un sistema político, por eso, siguen creyendo que ésta únicamente puede funcionar a partir del acuerdo burocrático, del pacto determinado por el reparto del poder, dicho de manera más precisa, como herederos de la cuarta república siguen anclados a su forma de ser. Su mirada es corta, sin horizonte ni perspectiva.

Allí están las razones que explican su fatal proceder. Cómo explicar que Henrique Capriles, después del fracaso de la marcha del 23 se vaya al día siguiente a trancar la autopista Francisco Fajardo de Caracas, locura a la cual no lo acompañaron ni cincuenta, voluntariosos y abnegados, seguidores. Cómo explicar las afirmaciones de María Corina Machado, cuando en un arrebato de histeria próxima a la locura, dijo a los medios de comunicación que: “Los mediadores están al servicio del régimen, no hay nada que discutir.

Este documento lo redactó el régimen, lo escribió la dictadura. Es más, esto viene de Cuba”; o, cuando dice, que: “El pueblo no eligió ni reconoce a los mediadores del diálogo”. Pero, no son menos denigrantes e irrespetuosas las a rmaciones de Ramos Allup, quien ha dicho que su partido, y aquí el “su” tiene un significado y un significante posesivo extremo: “mío y de más nadie”, no firmará, ni siquiera discutirá, el documento presentado por los facilitadores internacionales, tanto al gobierno como a la MUD.

Qué sabio es el pueblo, el decir popular es un lenguaje de la realidad, describe y narra la realidad, al decir que: “tanto brinca el sapo hasta que se estaca”, no hace otra cosa que decirnos que la acumulación de errores es la forma más expedita de alcanzar el fracaso. En esto nadie le gana a la MUD: la pone completa.

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