La MUD y la Carta Democrática, por Hugo Cabezas
El oposicionismo, sobre todo el más radical, ya no encuentra de qué palo ahorcarse. Ahora que su eterno jefe, el imperio, ha asumido directamente la conducción del proceso desestabilizador y golpista contra el Gobierno revolucionario de Nicolás Maduro de nuevo repite: sálvanos Almagro, aplica ya la Carta. Los venezolanos todavía recordamos la famosa carta que el inefable Luis Piñerúa Ordaz, cuando en su campaña electoral del año 1978, dijo tener contra los corruptos, la cual nunca mostró.
En política pareciera que el género epistolar no ayuda mucho, sobre todo a aquellos que pretenden ocultar sus verdaderas intenciones detrás de él. Y es que, lo que se oculta detrás de la solicitud de aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela, no es otra cosa que el pedimento a gritos histéricos, antipatriotas y entreguistas de la intervención militar extranjera en contra de nuestro país. Al respecto, veamos: La intervención extranjera contra nuestro país, y su proceso de transformación revolucionaria, democrático y pacífico, comenzó hace tiempo.
Recuérdese las intromisiones de Roger Noriega, Jhon Negroponte, Otto Reich, Álvaro Uribe, José María Aznar, y algunos “intelectuales” convertidos ahora en ideólogos y asesores de los sectores más recalcitrantes de la derecha internacional. Bien sabe el oposicionismo entreguista de nuestro país que, Venezuela cuenta con el respaldo mayoritario de los países del hemisferio y del mundo, como acaba de constatarse con su elección como Presidente del Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de Países del Caribe. Bien sabe que las voces agoreras de Macri, Temer y Cartes no son más que eso, tres mosqueteros sin mosquete.
Los tres tienen que resolver primero sus desastres internos, que son bien graves y que los grandes consorcios de la prensa internacional ocultan con aviesas intenciones. Seguramente los marines estadounidenses invadirán nuestro territorio lanzándonos todo tipo de bombas, como lo hicieron en Santo Domingo, Grenada, Panamá, Cuba, Irak, Afganistan, Libia, Egipto, y en tantos otros territorios del mundo. Seguramente nos lanzaran sus poderosas bombas de Napal, las solo mata gente, como lo hicieron en Vietnam, Laos y Cambodia, y, será que el oposicionismo cree que esas bombas matarán solo Chavistas. Que ilusos.
Morirán por igual venezolanos, chavistas y no chavistas, andinos y orientales, centrales y guayaneses, llaneros y maracuchos. Es verdad, esas bombas del imperio “son inteligentes”, matan gente, sin seleccionar a quien. Pero al oposicionismo, que mueran venezolanos no les interesa, ese no es su problema. Imagino que la pandilla de corruptos que integran la fulana MUD, cuales cobardes ya tienen sus avionetas y aviones coordinadas para salir de Venezuela, en vísperas de la primera detonación. Su interés es hacerse del gobierno, aunque no vayan a tener el poder.
El poder lo tendrá el imperio. De nuevo se nos montará El Águila, algunos de ellos se sentirán felices de creer que somos la estrella cincuenta y uno, en el mapa del gigante del norte. Por ahí es que van los tiros. Por ahí es el cálculo del oposicionismo celestino. Como morirán tantos venezolanos, ellos ya comenzaron a sacar del país a los suyos.
Pero, como no conocen el país, no saben de la hidalguía del pueblo venezolano y de su Fuerza Armada, quienes confundidos en un solo ser, defenderemos la dignidad de nuestra patria. Siempre recordemos a nuestro comandante eterno Hugo Chávez, quien nos subrayó una y mil veces: “La revolución bolivariana es una revolución pacífica, más no es una revolución desarmada”.
