La mentira como argumento, por Hugo Cabezas
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, emitió a la prensa internacional, unas declaraciones en las cuales afirma que “en Venezuela existe una crisis humanitaria producto de la inestabilidad política y económica en el país”. Opinión que sustenta en la siguiente aseveración: “Estoy muy preocupado por la situación actual, en la que las necesidades básicas no pueden ser cubiertas, como la comida, el agua, la sanidad, la ropa, no están disponibles. Eso crea una crisis humanitaria en Venezuela”. Si no fuese por el cargo que Ban Ki-moon ostenta, no nos ocuparíamos de la misma. Ser Secretario General del más importante organismo multilateral del planeta, exige, por lo menos, un poco de sindéresis y ecuanimidad sobre la opinión referida acerca de la situación existente, en cada uno de los países miembros del organismo que se dirige. Con los conceptos no se juega. Sobre todo, si los mismos están referidos a problemas tan sentidos como los de la existencia humana. Hacerlo es un acto de irresponsabilidad, en grado superlativo, mejor dicho, no tiene nombre. En tal sentido, bien vale la pena hacer la siguiente reflexión. Si lo afirmado por Ban Ki-moon, fuese cierto, en Venezuela nos estaríamos matando unos a otros para poder sobrevivir. Lo cual, a todas luces, no está ocurriendo. Que hay escasez de algunos productos de la dieta diaria, es cierto, negarlo es un sinsentido, en qué país no lo hay. Pero, llama la atención que el susodicho no haga referencia a las razones que explican la ocurrencia de la misma; así como tampoco, hace mención a los esfuerzos que el gobierno revolucionario presidido por Nicolás Maduro, está adelantando para solucionar la situación. Esfuerzos que van desde el reconocimiento de errores cometidos, conducta inédita, por cierto, si algo le cuesta a los políticos es reconocer errores, la mayoría se cree infalibles; hasta la inversión de cuantiosos recursos para la provisión de los mismos, en momentos en que los precios petroleros han caído a su nivel más bajo, en el mercado internacional.
Qué razón explica, entonces, la conducta del Secretario General de la ONU. Al respecto hay que decir que Ban Ki-moom es un hombre de derecha, conservador y fi cha del imperio; por tanto, alineado totalmente a las directrices emanadas del gobierno estadounidense a través del Departamento de Estado, en contra de nuestra Patria. Si se lee, con detenimiento, su afirmación se constatará que es el mismo guión, puesto a circular a nivel internacional, por los grandes consorcios de medios de comunicación privados. Como se dice, en términos coloquiales, es un refrito; solo que, dicho por él, por el cargo que ostenta más que por su persona, la cosa adquiere mayores dimensiones.
Tanto es así que la “periclitada” Asamblea Nacional y la MUD toda, de inmediato salieron a darle gracias. Que pena. La desmemoria se ha apoderado de ellos. Por eso mienten. Y, al mentir creen que los venezolanos no saben distinguir entre la verdad y la mentira. Por ello, se mienten a sí mismo. Pero, la mentira se les ha devuelto; ya no se creen ni entre ellos.
