El diario plural del Zulia

La gran diferencia, por Francisco Arias Cárdenas

Una radical diferencia de cómo se pueden enfrentar las crisis económicas: esa es la reflexión necesaria al conmemorar los 27 años del Caracazo, doloroso acontecimiento que materializó la esencia del neoliberalismo salvaje –luego de imponer las medidas dictadas por el FMI, reprimió con fuego un estallido cuyas raíces estaban en la injusticia social e inequidad.

Hoy como entonces, la dependencia de una economía monoproductora petrolera nos pasa factura, e impacta en la capacidad de satisfacer las necesidades del país. La gran diferencia estriba en que, tal como el pueblo entiende, hoy el gobierno reconoce los errores, y se afana en convocar capacidades, para dar el salto cualitativo hacia una diversificación de la economía nacional; la gran diferencia, insisto, está en que la prioridad en esta coyuntura es proteger la calidad de vida, mantener las conquistas sociales, alcanzadas por el gobierno bolivariano –reconocidas por la Unesco– gracias a las cuales fue posible dejar atrás los bochornosos índices de pobreza que se habían cuadriplicado entre 1980 y 1998, a pesar del auge petrolero.

Hoy, no se envía a la calle a los soldados a disparar al pueblo: hoy forman parte del gran contingente nacional que se incorpora a la reconstrucción de un nuevo modelo de país, productivo, sustentado en las potencialidades de nuestro territorio y su gente.

Escenario de emprendimiento

El Zulia es, en este escenario de emprendimiento, tierra promisoria, sede del Encuentro Nacional para el Plan de Desarrollo Productivo, encabezado por el presidente Maduro, y también de trabajo con emprendedores públicos y privados para ejecutar en el corto y mediano plazo proyectos destinados a la soberanía alimentaria y a la exportación, para generar divisas. A casi tres décadas del Caracazo, y como reivindicación a las víctimas de entonces, hoy damos una respuesta colectiva de vida, de trabajo, creatividad y de esperanza fundamentada en el compromiso con la patria, por nuestros hijos, por nuestro corazón venezolano.

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