La angustia por Venezuela
La angustia por Venezuela, por su presente y su futuro, preocupa hoy a muchos venezolanos, como ayer movió al pensamiento y la acción de muchos compatriotas de meritoria obra.
Uno de ellos cuyo pensamiento hoy nos asombra por su vigencia, es Don Mario Briceño Iragorry, que fue un hombre que conoció a Venezuela como pocos y dejó una obra que le convierten en uno de los escritores más fecundos del siglo XX en nuestro país.
Este ilustre trujillano, creía en la necesidad de una América unida, fomentando el nacionalismo de cada uno de los países para clarificar los atributos de su esencia. El nacionalismo para este historiador meritorio, además del amor a la Patria, implicaba vínculos profundos con los países de Hispanoamérica e incluso con países de otras partes del mundo. Pero si se oponía al Imperialismo o dominio de unos países sobre otros.
La angustia de los venezolanos de hoy, como la de Briceño y muchos otros ayer, se debe a que el nacionalismo venezolano está siendo aniquilado por intereses foráneos que aprovechándose de la complicidad de las clases dominantes de hoy, lo están llevando a su destrucción.
Ayer como hoy, el discurso nacionalista es una máscara que disfraza los más turbios intereses que pretenden borrar nuestros valores y entregarnos en manos del extranjero, sea cubano, chino, ruso, turco, iraní o del ELN, en la Venezuela de hoy.
Es asombrosa la vigencia de estas frases de Briceño Iragorry de 1953, tomadas de sus obras completas: “Tal es la fuerza que los principios nacionalistas han cobrado en esta hora crucial de nuestro proceso histórico, que los mismos que entregan al país, se sienten obligados a construir sofismas que les permitan exhibirse ante el pueblo como inspirados en programas de finalidad patriótica.
No pasa día sin que se invoque la austera memoria de Bolívar para esta vertiginosa comedia de ribetear de pseudo-patriotismo la vestimenta con que se pretende cubrir la entrega dolorosa del país a intereses contrarios a la venezolanidad.
Briceño expresó igualmente, que: “Por alcanzar la independencia y la libertad para sus conciudadanos, Bolívar sacrificó su tranquilidad y su reposo y sacrificó también, en el orden material, sus grandes riquezas personales. Los que se dicen hoy sustentadores de sus ideas en el área de lo nacional, sacrifican la libertad y la dignidad de sus conciudadanos y el decoro y la independencia de la Patria, a fin de asegurarse el goce de bienes sin decoro, hechos con el sacrificio del pueblo.”
De allí entonces la angustia que sentimos por Venezuela, cuando voces vinculadas al régimen de turno, anuncian que vamos hacia un “desenlace trágico”.
