La actitud colaboracionista, por Manuel Ocando
El término colaboracionismo nos llega del francés collaborationniste. El colaboracionismo hace referencia a todo aquello relacionado a prestar ayuda, participar, favorecer o coadyuvar al adversario. También puede describirse como la tendencia política que de ende un régimen político-social que la mayoría de los ciudadanos rechaza, especialmente si se trata de un régimen, en los que se vieron obligados a tomar parte por uno u otro bando.
Esta tendencia es considerada como una traición a la patria, debido a que de forma más específica se manifiesta en la cooperación de los ciudadanos de un país con los adversarios. Simone de Beauvoir una escritora y filosofa francesa, en una oportunidad expreso re riéndose a los colaboracionistas “que el opresor no sería tan fuerte sino tuviera cómplices en los propios oprimidos”.
Las dictaduras y los gobiernos autocráticos latinoamericanas tuvieron sus propios colaboracionistas. Las razones para colaborar con un régimen opresor adquieren diferentes formas. En los inicios de la Venezuela bolivariana muchos fueron embelesados por la posibilidad de cambios que ofrecía una revolución, supuestamente democrática.
Actualmente la tesis del colaboracionismo opositor ha ido cobrando cada día más fuerza. A lo largo del gobierno actual, se han puesto al descubierto significativas contradicciones y conflictos de intereses, en una serie de conductas y posturas inmorales de importantes dirigentes de la oposición. Es vergonzoso e indignante, que dirigentes que han exhibido una clara postura colaboracionista con el Gobierno, se valgan de la ingenuidad de nuestro pueblo para autoproclamarse como auténticos dirigentes, e indicándole al país el rumbo que este debe seguir, mientras se arreglan tras bastidores con los personeros del régimen.
La Venezuela luchadora no solo tiene que lidiar con los graves problemas ocasionados por el régimen, sino confrontar el colaboracionismo de una falsa oposición.
Es un acto canallesco, en la Venezuela que se muere de mengua, que una fracción de la dirigencia política de la oposición asuma una actitud de colaboración con el régimen, puesto que la misma es inmoral y viola principios de ética ciudadana.
En Venezuela existe un segmento de la oposición que muestra una actitud colaboracionista, dócil y obediente al régimen, que ha traicionado continuamente las buenas intenciones y la confianza del pueblo venezolano, quien ha creído en las quiméricas promesas de esos “mal llamados” representantes de la oposición. Esta actitud colaboracionista de algunos dirigentes de la oposición refleja una postura de traicionera cooperación.
Hoy día la Venezuela decente y luchadora, no solo tiene que lidiar con todos los graves problemas ocasionados por el régimen, sino que además, debe confrontar un mal añadido, el colaboracionismo de una fracción falsa de la oposición. Estos colaboracionistas han cedido una y otra vez en cuestiones políticas esenciales, pese a sus reiteradas invocaciones a la preservación de la unidad del país.
Estoy en sintonía con los que opinan que la actitud colaboracionista a cambio de algunos espacios de subsistencia, no hacen más que alejar la salida del régimen, contribuyendo de esta manera a su fortalecimiento y perpetuación en el poder.
