El diario plural del Zulia

Juventud formada, aguerrida y combativa, por César Ramos Parra

El próximo 12 de Febrero celebramos en Venezuela el “DÍA DE LA JUVENTUD”. Conmemoramos una de los más hermosos episodios de nuestra gesta independentista, en honor a todos los jóvenes que acompañaron a José Félix Ribas y Vicente Campo Elías durante la Batalla de La Victoria en 1814. Esta batalla formó parte de la Guerra de Independencia venezolana, donde los republicanos liderados por Ribas, se enfrentaron a las fuerzas realistas comandadas por José Tomás Boves, cuando éste intentó tomar la ciudad de La Victoria. Al verse superado en número, Ribas convocó a un grupo de estudiantes y seminaristas a unirse a las fi las republicanas y luego de un sangriento enfrentamiento, obtuvieron el triunfo. Por este invaluable logro, Ribas recibió el título de “Vencedor de los Tiranos” de parte de nuestro Libertador, Simón Bolívar. El 10 de febrero de 1947, la Asamblea Constituyente decretó cada 12 de febrero como Día de la Juventud en Venezuela.

La Juventud, ayer, hoy y siempre debe estar impregnada de un gran espíritu libertario. Su esencia es la inconformidad, su herramienta: la lucha; su valor: la autenticidad; su alma: la perseverancia y el desprendimiento. Por esas circunstancias, nuestros mayores esfuerzos deben orientarse a nuestra juventud. En ella subyace la esperanza de los pueblos, la continuidad de la vida y la búsqueda de un mundo mejor.

Si ayer, nuestros jóvenes seminaristas ofrendaron su vida por la libertad, hoy nuestros jóvenes tienen nuevos retos que atender. Ella siempre deberá ser aguerrida para persistir en sus luchas en defensa de los valores y principios que deben caracterizar el desarrollo de las instituciones. Debe ser combativa, por cuanto una juventud sumisa, cobarde o calculadora nunca estará a la altura de las exigencias del futuro que día a día debe labrar y construir como legado a las nuevas generaciones.

Pero es imprescindible que la juventud luche por el derecho a su formación, puesto que las exigencias del mundo de hoy nos exige la formación del capital intelectual del país, como condición para afrontar con éxito los grandes retos que tiene la humanidad y que sólo, a través de la formación de nuestra juventud para hacerlos emprendedores, profesionales o trabajadores eficientes y competitivos, podremos estar a la altura de las requerimientos que nos plantea una sociedad cada vez más exigente.

Privilegiar programas orientados a imprimir en nuestra juventud valores y principios, capacitación y espíritu competitivo, garantizar para ellos ambientes adecuados para su formación integral, recreación, cultura, deporte, desarrollo y crecimiento personal, debe ser prioritario en la asignación de los recursos del País puesto que en ellos se cifra su futuro. Revertir el éxodo que se está produciendo por estarse sembrando en sus corazones, sentimientos de frustración y desesperanza, resulta impostergable.

Aprovecho para enviar, desde esta columna, a los jóvenes estudiantes de la Universidad del Zulia que vienen luchando por la construcción de un nuevo e innovador paradigma universitario, el cual hemos denominado LA UNIVERSIDAD DE SERVICIO, mi palabra de reconocimiento por los esfuerzos cumplidos hasta ahora, en la seguridad de que estamos echando las bases para la edificación de la Universidad Autónoma, Democrática, Popular, Innovadora y con Responsabilidad Social que la América Latina nos están reclamando.

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