Justicia y luz para Urdaneta, por Francisco Arias Cárdenas
El general Rafael Urdaneta Farías fue el creador de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Ese solo dato descubre y enlaza con una verdad histórica velada por quienes fueron sus enemigos en vida, por ser este zuliano ejemplar y heroico, el más lúcido y el defensor –junto con Sucre– del proyecto de Simón Bolívar, el de la Gran Colombia: la unión de tres hermanas –Venezuela, Ecuador y la Nueva Granada– para construir una gran nación de soberanía, progreso y justicia, ya liberadas del imperialismo español.
Es poco el espacio para comentar las virtudes, las hazañas y el heroísmo de Urdaneta, cuyo natalicio (228 años) celebramos esta semana, ahora una fecha de júbilo nacional, gracias al proceso de descolonización de la memoria emprendido por la Revolución Bolivariana y al apoyo del Presidente Nicolás Maduro, en esta reivindicación de la memoria de quien fuera calificado por el propio Libertador como el más brillante de sus generales; fue tan merecedor de su confianza, que al momento de partir Bolívar hacia el Sur del Continente para continuar la gesta emancipadora, dejó a Urdaneta encargado de consolidar la paz y la unidad en los territorios ya liberados, a sabiendas de los enemigos internos que se confabulaban para servir de operadores a otros intereses imperialistas.
Rafael Urdaneta –último Presidente de la Gran Colombia– sufrió heridas de guerra, persecución por su lealtad al Libertador, pérdida de sus posesiones, pobreza y años de exilio; luego fue llamado a recibir los restos del Libertador, repatriados, y Soublette le encomendó la tarea diplomática de restituir las relaciones formales con España. En el camino, enferma y muere, a los 56 años. Es en esa circunstancia cuando deja otro testimonio de la honestidad que le distinguió siempre: dispuso que su hijo regresara a las arcas públicas los viáticos del viaje, ya que no pudo terminar el trabajo. Gesto humilde y claro, que debe alumbrar como toda su vida, para que sigamos el ejemplo de patriotismo e integridad que hoy tanto Venezuela reclama.
