El diario plural del Zulia

Jóvenes aterrorizan a los tiranos, por Noel Álvarez

En tiempos de gobiernos autócratas, se hace necesaria la recreación popular de una frase que el escritor ecuatoriano Juan Montalvo empleara para conceptualizar al dictador y a la tiranía ecuatoriana de su tiempo: “Desgraciado el pueblo donde la juventud no haga temblar al tirano”, frase que, en los últimos tiempos, ha estado minando la conciencia de la juventud que se resiste a que sus opiniones no sean tomadas en cuenta y sus derechos sean conculcados. Montalvo hacía frecuentes alusiones a la juventud como levadura moral de los pueblos. Expresando: “La suerte de un pueblo está en manos de los jóvenes porque los estudiantes son los elementos del porvenir”.

Su fe en los jóvenes, y en que estos eran un elemento esencial en la lucha política, se ve reflejada en varios pasajes de su libro Las Catilinarias. El polemista liberal es considerado uno de los más grandes escritores ecuatorianos. En su obra hizo una cruda descripción de la política de su tiempo, en especial, de la presidencia del tirano Ignacio de Veintemilla. El pensamiento de Montalvo sigue vigente como un homenaje a la libertad de expresión y de respeto a la democracia. El titulo de su libro obedece a un rememorar de actitudes idénticas que tuvo Cicerón en contra del conspirador Catilina y en el Montalvo desencadena su furia más demoledora y castiza contra Ignacio de Veintemilla porque desenmascara sin titubeos todos los vicios y negligencias del dictador ecuatoriano.

Montalvo va realizando una despiadada crítica a la gura de Veintemilla al que tacha de inculto y salvaje. Va elaborando también una descripción de la sociedad ecuatoriana de su tiempo, sin ahorrar críticas a otros políticos. El título lo toma de Cicerón y su famosa perorata hacia el tirano Catilina. “¿Hasta cuándo Catilina, abusarás de nuestra paciencia?”; Extrapolando esta expresión a la situación de crisis que confronta actualmente Venezuela, nosotros también podríamos señalar ¿hasta cuándo este Gobierno abusará de nuestra paciencia?

Entre los numerosos pasajes de esta obra que vituperan al tirano Veintemilla, destaca la segunda catilinaria. Montalvo distingue entre los tiranos y los simples malhechores, afirmando que el dictador pertenece a este segundo grupo, por las cosas que hace y por sus cualidades de bribón. Luego se refiere a los pecados capitales, indicando que “Veintemilla y otros dictadores sufren de soberbia, avaricia, lujuria y son perezosos. Dice que el general gobernante cultiva la pereza, es un hombre imperfecto y tiene una barriga descomunal”.

No en vano trato de pasearme por la historia mundial y latinoamericana tratando de formarme una opinión de cómo ha sido la actuación de los distintos regímenes autocráticos en las distintas épocas y en la medida que más profundizo en mis investigaciones documentales, me doy cuenta que, entre ellos y los desmanes que ocurren en nuestra querida Venezuela, existen muy pocas diferencias.

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