Indígenas en resistencia, por Rubia Luzardo
Hace 14 años aproximadamente el extinto Presidente Hugo Chávez Frías, promovió un cambio al denominado hasta entonces “Día de la Raza”, hoy conocido y conmemorado institucionalmente como “Día de la Resistencia Indígena”, no obstante más allá de la connotación semántica del término raza o resistencia, el cuestionamiento que se presenta en estos días no es distinto a los surgidos antes del decreto oficial que cambió el nombre al 12 de octubre.
Es evidente que la realidad étnica es crítica a nivel social, económica, cultural y política, las condiciones de pobreza, desidia, desnutrición y abandono gubernamental así lo reflejan. Lamentablemente las esperanzas puestas en el proyecto bolivariano se han ido extinguiendo así como la imagen de sus dirigentes generan rechazo en gran parte de las poblaciones indígenas.
Hace apenas unos días el presidente Nicolás Maduro incorporó a su gabinete ejecutivo nuevamente a una mujer wayuu al frente del Ministerio de Pueblos Indígenas, nuestro respeto a ella, sin embargo esta noticia lejos de ser una alegría según manifiestan diversos testimonios se convirtió en una desesperanza para estos grupos étnicos, ya que no se observa voluntad política del gobierno para enfrentar de los cambios urgentes que requiere esta parte de la población venezolana.
Seguimos insistiendo que las sociedades indígenas requieren de políticas sociales urgentes que activen la productividad y desarrollo de sus territorios, y no programas de tipo asistencialistas y paternalistas como los que se están aplicando en estos últimos tiempos en el caso de las bolsas de comida CLAP, los cuales no resuelven los asuntos claves, solo alivian la necesidad por un día.
Para ello, es necesario el desarrollo productivo y social de sus zonas ancestrales, educación intercultural acorde a sus necesidades, salud integral, acceso al trabajo, libre tránsito en sus territorios, y en esa búsqueda de justicia social hay que enfrentar los atropellos a las personas nativas en frontera, protegiendo sus derechos humanos vulnerados por los propios representantes del Estado que en su función del control de la zona abusan de los más vulnerables.
En este contexto, puede decirse que los indígenas se encuentran en resistencia al hambre, la desidia, la corrupción, y precisamente este día con mención oficial al Día de la Resistencia Indígena, se reafirma la voluntad de lucha y progreso de estos pueblos, interpelando a aquellos lideres que hacen fila del proyecto patriótico sobre su corresponsabilidad en el cumplimiento de los derechos reconocidos nacional e internacionalmente, es momento de definirse sobre su rol social y responder a estas interrogantes ¿ser indígena o ser político de conveniencia?, ¿ser militante indio con respeto a las tradiciones o ser militante en un partido ideológico con principios distintos a los propios.
