Identidad zuliana en el marco del 12 octubre, por Rubia Luzardo
Para comprender la configuración de la identidad zuliana hay que remontarse al contexto histórico y social de la nación venezolana, es decir; considerar a las raíces étnicas, europeas y africanas presentes en la idiosincrasia actual del suramericano, venezolano y por ende zuliano.
Es válido notar que el proceso de conquista y colonización implicó el desplazamiento de los elementos principales de la identidad nativa, los cuales se mezclaron con la identidad europea dando origen a nuevas formas identitarias y culturales en el caso de los colonizados, lo lamentable es que en esta configuración el equilibrio social, respeto y la convivencia fraterna fueron los principales ausentes.
Esta situación nos conmina a reflexionar sobre la necesidad de fortalecer las identidades de las personas y grupos diversos culturalmente en el país que permita superar los conflictos interculturales existentes, ya que los sujetos indígenas son los más vulnerados al momento de una participación libre y democrática en los procesos sociales y políticos actuales pese a tener un reconocimiento en el ordenamiento jurídico venezolano y zuliano.
En este contexto, el 12 octubre marca un hecho trascendente que no puede cambiarse con denominaciones, imágenes o - guras recreadas en el colectivo social, es nuestra historia, dura, difícil, injusta, no obstante, es la única que explica la forma de ser del indoamericano, venezolano y zuliano, y como se sintetizó todas las identidades en una sola.
En tal sentido, la realidad zuliana se cristaliza en la presencia de los sujetos diversos culturalmente y ello marca su propia dinámica, ser zuliano es lo que nos diferencia particularmente del venezolano, asumiendo la cotidianidad con orgullo y superando los criterios separatistas, regionalistas, de autonomía, racial y de superioridad sobre los otros connacionales. Esta forma de ser, se concibe en un territorio de múltiples tradiciones, costumbres, pensamientos, imágenes, dialectos, discursos que se recrean en su identidad colectiva del “nosotros” frente a los “otros” venezolanos.
Nuestra particularidad es tan especial que además de ser puerto también somos frontera y, ello condiciona la presencia de signos y símbolos específicos que nos diferencia de cualquier región, generando un sentido de pertenencia inigualable con la tierra del sol amado, vista como ‘la patria pequeña’, ‘la tierra chiquita’, ‘la casa grande’, el zuliano en su lejanía evoca letras musicales que le recuerdan su gentilicio: …“cuando voy a Maracaibo y empiezo a pasar el puente, siento una emoción tan grande que se me nubla la mente”. Asimismo, el orgullo zuliano exige disfrutar de un chinchorro wayuu o tapiz en su núcleo familiar, la virgen y san Benito no pueden faltar y cualquiera de estas simbologías van a estar presentes en cualquier lugar del mundo donde se ubique territorialmente un zuliano. Evidentemente el 12 octubre como hecho histórico marcó la identidad zuliana.
