El diario plural del Zulia

Historia Magistra Vitae (III). Comunismo: cuando el crimen y la tiranía se apoderan de la utopía

Louis Althusser, uno de los grandes teóricos del marxismo, en un texto breve titulado La filosofía como arma de la revolución (1968), afirma: “Los comunistas luchan por la supresión de las clases y por una sociedad comunista donde un día todos los hombres serán libres y hermanos…”. El filósofo francés, como la mayoría de los intelectuales marxistas de su época, no logra desprenderse de su ideal socialista. Tampoco remueve su concienciaante realidades desenmascaradas por innumerables denuncias  e importante literatura producida por las víctimas de tal régimen político. Sobrepone la maravilla que promete tal teoría a futuro, a la tragedia cotidiana de una revolución.

El filósofo pareciese reafirmar que para crear una sociedad comunista y seres “libres y hermanos”, los pueblos deben pasar por la violencia, la dictadura y el  terrorismo de estado. De hecho,en los países del “socialismo real”,la anhelada utopía se ha transformado en la recusada distopía;el crimen y la tiranía se apoderaron de la entelequia.

¿Desconocíanlos varios apologetas del comunismo del Oeste europeo, de Estados Unidosy de América Latina, todo el calvario, las devastaciones, el salvajismo y la miseria a las cuales estaban sumidos los pueblos bajo gobiernos comunistas? ¿Desconocíanlas denuncias de Khruschev? En el Discurso de Nikita Khruscheva sesión cerrada, en Moscú(25/02/1956), con motivo del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, se declara: “Stalin inventó el concepto de «enemigo del pueblo».

Este término hizo automáticamente innecesario que los errores ideológicos de los hombres expresados en una controversia se comprobasen; este término hizo posible que se usaran los más crueles métodos de represión, violándose así todas las normas de la legalidad revolucionaria”.Y aun: “Stalin descartó el método de lucha ideológica, reemplazándolo por el sistema de violencia administrativa, persecuciones en masa y terror”. También ese reconocimiento por parte de Khruschev, de un holocausto, de un genocidio,pasaría a ser para los marxistas,cual benefactores de la humanidad, un “costo necesario”.

Y es que acaso ¿Ignorabanesos intelectuales y políticos occidentales el testamento-denuncia de NikoláiBujarin? Hombre de relevancia de la revolución,  presidente de la Internacional Comunista (1926),dictaría a su esposa, antes de morir víctima de las purgas estalinianas de 1938, su testamento político, en el cual haciendo referencia a Stalin, diría:Dejo esta vida. (…) Me siento impotente ante la máquina infernal que, con métodos aparentemente medievales, tiene un poder titánico e inventa una red de calumnias, actuando descaradamente y con toda seguridad”. El testamento político de Bujarin fue entregado al Comité Central del PCUS en 1961.

Al comienzo de la revolución bolchevique, en la colección de la Cheka (policía política) cayó, entre otros, el historiador Serguei Melgounov, miembro de la Unión Académica Rusa. En su obra, El terror rojo en Rusia (1924), relata la devastación, la violencia, la ferocidad desenfrenada, el asesinato sistemático aplicado por los “defensores de la revolución”,cual exterminio a la población.

El autor refiere que FeliksDzeržinskij, director de la Cheka afirmaría: “Nosotros defendemos el terror organizado. (…) El terror es una necesidad absoluta durante los tiempos de la revolución”.

Otro escritor ruso, R. Nilostonsky, citado por Melgounov, en el texto La sangrienta embriaguez del bolchevismo, describe el matadero humano creado en la ciudad de Kiev. Yen el texto de L.S. Maslov, Rusia después de cuatro años de Revolución, se describen las crueldades que practicaban los recaudadores de impuestos contra comerciantes, campesinos y sus familias.

¿Desconocían nuestros sátrapas de la conciencia pura, los altruistas por antonomasia,los grandes críticos del fascismo y del nazismo, intelectuales y políticos occidentales de izquierda, los dramas descritos en las obras de Alexander Solgenitsin? Premio Nobel de la literatura en 1970, estuvo internado en un Gulag por “delito de opinión” de 1945 hasta 1956.

Esa década fue la fuente de la novela realista Un día en la vida de Iván Denísovich (1962) y del libro documento Archipiélago Gulag (1973). O quizás ¿Los mismos intelectuales y políticos, no sabían nada de la tragedia de Borís Pasternak? El autor de la célebre novela Doctor Zhivago (1957), premio Nobel en 1958 y perseguido político hasta reducirlo a la miseria por el “terrorismo de estado”.

Lastimosamente, a pesar de la existencia de valiosa literatura-documento de denuncia, con testimonios sobrevividos a la tragedia humana, espiritual y material, generada por el comunismo, muchísimos intelectuales y políticos de izquierda se han ubicado en defensa de esta ideología y de los privilegios que les ha procurados, usando el instrumento de la mentira;ilusionando las masas, a la manera del “flautista de Hamelin”, al tiempo que ocultan la legitimación del terror.

Historia magistra vitae.

Continuará…

 

 

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