El diario plural del Zulia

Ganaderos: verdaderos héroes nacionales, por Werner Gutiérrez Ferrer

En Venezuela el 13 de junio se celebra el Día Nacional del Ganadero. Durante la última década, esta fecha, para quienes tienen en sus hombros la noble responsabilidad de llevar leche y carne a nuestros hogares, se ha convertido en un espacio para la reflexión, llamado de conciencia y reclamo ante el daño causado al sector agropecuario.

En épocas añoradas, el rebaño nacional era capaz de satisfacer prácticamente la totalidad de la demanda interna de carne de bovino. Hoy, la realidad es que más del 60 % de la demanda nacional debe ser cubierto por importaciones. El año pasado el entonces Presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, liderizó las negociaciones con una sola empresa del Brasil para la de carne traída a Venezuela por un monto cercano a los 2.1 millardos de dólares.

Irónicamente desde el interior de nuestro país, hemos alertado la disminución del rebaño bovino. Venimos de poseer alrededor de 15 millones de cabezas, a disponer en estos momentos en nuestros campos, entre 9 a 10 millones de reses. Según han denunciado sectores de la sociedad colombiana, más de 1.000.000 de bovinos venezolanos han sido llevados por la guerrilla a esa nación en los últimos tres años. Estos grupos irregulares, bajo la mirada complaciente del Gobierno y de algunos sectores de la Fuerza Armada, se han adueñado de nuestras zonas fronterizas.

Para recuperar la llegada del vaso de leche escolar que en otrora garantizaba una adecuada ingesta de este alimento esencial a nuestros infantes, época en la cual el país llegó a producir el 70 % de la demanda interna de leche, es obligante retomar el crecimiento de nuestros rebaños. Según los estándares internacionales, para ello deberíamos poseer un rebaño de 30 millones de cabezas y producir 4.000 millones de litros de leche anuales. ¿Luce lejos esta meta? ¡Con responsabilidad afirmo que no!

Conozco a profundidad el valor, compromiso y amor por su país de miles de hombres y mujeres que desde nuestros campos han dado muestras de apego al trabajo fuerte y sin descanso que conlleva la ganadería. Me honro de ser testigo de ello desde la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela y de nuestra Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago de Maracaibo.

Como profesional y docente, conozco la excelente preparación de los egresados de nuestras aulas para asumir ese compromiso, y la disponibilidad de tierras y de un clima excepcional para permitirnos de 4 a 6 años alcanzar el autoabastecimiento de leche y carne cien por ciento “hecho en Venezuela”.

Por ello apuesto mi vida, partiendo de la fe inquebrantable en nuestros ganaderos, verdaderos “héroes nacionales”, que han soportado estoicamente durante estos últimos años el erróneo desprecio de su Gobierno. El respeto y el amor que hoy les profesa su pueblo, convencidos que en nuestros campos es donde está la solución, es el combustible que mantiene viva la lucha, nuestra lucha. ¡Sí se puede!

 

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