El diario plural del Zulia

Fraude madurista, por Douglas Zabala

Cuando Chávez comenzó a proponer su Constituyente aún no gobernaba, pero ya estaba ungido por el influjo que le había generado la rebelión del 4 de febrero y su consecuente apoyo popular. Arrancó voluntades porque siempre dijo que quien convocaría era el pueblo, y así se hizo aquel 25 de abril de 1999, cuando en referéndum consultivo, de los 4 millones 137 mil 59 electores que participaron, un total de 3 millones 630 mil 666 estuvo a favor. En cambio, el déspota de Miraflores, en su intento por destrozar el único legado chavista que queda en pie, con su bodrio Constituyente, provocó rechazo, incluso, en sus huestes oficialistas.

Después de haber negado el revocatorio pretenden hacernos tragar el sapo crudo, de que en esta oportunidad para poner en marcha la Constituyente, no necesariamente debe haber un referéndum consultivo. Olvidan que aquí el único titular de la soberanía es el ciudadano, y que sólo él en comunidad la cede toda o parte de ella, a esa entidad superior llamada pueblo, y que bajo esta premisa es como surge el concepto de poder constituyente originario. Es decir, que solo ese poder político surgido de la comunidad, es quien decide darse su Constitución, con el añadido de que sus acciones no están precedidas de algún derecho previo.

¿Convoca usted una Asamblea Nacional Constituyente con el propósito de transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento de una democracia social y participativa? Así fue el tenor de la pregunta que formulara el referéndum consultivo a solicitud del presidente.

Hugo Chávez y después en sentencia del TSJ con ponencia del Magistrado Humberto J. La Roche. De manera que pretender saltarse este acto electoral, no solo es incurrir en violación de la Constitución y de la propia jurisprudencia, sino del legado de quien con todo el poder que tuvo, supo respetar al soberano.

¿Si bien es cierto que el mapleto, ante la ira causada por su convocatoria fraudulenta, se vio obligado a incorporar en el artículo 2 del Decreto N° 2.830 que los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente Originaria serán elegidos, mediante el voto universal, directo y secreto; intenta meterle al mismo soberano el contrabando, que esta elección se hará en los ámbitos sectoriales y territoriales, determinado por el CNE. He aquí parte del fraude al que se nos quiere someter. Esos ámbitos “sectoriales” serán los listados conformados por funcionarios y activistas de sus bases de apoyo, y no de todos los ciudadanos.

Ya Luisa Ortega Díaz lo explicó bien clarito: “Esta Constitución es inmejorable. Esta es la constitución de Chávez”. La Fiscal no anda sola en ese pregón, ella está interpretando a las bases chavistas, y aunque en definitiva la Constitución pertenece a todo el pueblo, el asunto es que nadie se la va a dejar arrebatar y ese es el punto. Aquí ya no hay término medio, ellos o nosotros. Queremos que se nos devuelva nuestra democracia conquistada en las calles un 23 de enero de 1958 y en las calles haremos que este dictadorzuelo nos la restituya en referéndum o no.

El fraude Constituyente, corporativo, fascista y madurista lo derrotaremos de forma pací ca y democrática, pero también si es necesario a sangre y fuego.

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