Forjadores del mañana, por Jesús Salom
Con el inicio de la semana de la Universidad del Zulia egresaron 3211 profesionales en las diferentes áreas del conocimiento que administra. Fue el último acto académico de graduación del 2016 y se hizo necesario habilitar dos días y varias tandas, para atender tal cantidad de graduandos. Como todos los actos académicos de esta naturaleza, la solemnidad no fue un muro de contención para la emoción y la esperanza desbordada.
Fuimos testigos de este evento solemne mediante el cual ofrecemos a la sociedad el fruto de años de intenso trabajo de nuestro personal académico por contribuir a la formación de estudiantes, que con aron en LUZ no solo para desarrollar conocimientos y habilidades que coadyuven a propiciar cambios, orientados a la construcción de un país moderno; sino para emprender junto a sus profesores el maravilloso viaje hacia el encuentro con una realidad compleja, que es necesario entender desde una multiplicidad de perspectivas científicas y miradas críticas. Solo así se obtendrán soluciones válidas a los problemas nacionales y del mundo contemporáneo.
En estos momentos es válido reflexionar sobre el rol de la Universidad del Zulia en este país desangrado económica, política, social y culturalmente, y de cómo pese a las vicisitudes y la crisis que han comprometido su accionar, aprendió a forjar y mantener abiertos cursos de acción para elevar cualitativa y cuantitativamente la calidad de vida de sectores de la población zuliana. No es el pesimismo contemplativo ni la claudicación; ni siquiera las propias contradicciones lo que va a detener nuestra misión de servicio. Lentamente en LUZ estamos dando pasos en la promoción de una mayor interacción universidad-sector productivo, porque la crisis del modelo rentista petrolero y la imprescindible diversificación económica así nos lo demanda. Además, para una mayor e ciencia, la industria requerirá de una mejor formación de su personal. Ahí tenemos una ventana de oportunidad para revitalizar la investigación y el posgrado.
Al amanecer del miércoles 7 de diciembre, una infausta noticia recorrió los espacios académicos de LUZ. Anunciaba la desaparición física del doctor José Colina Chourio, apreciado académico, exdecano de la Facultad de Medicina y expresidente de la Academia de Medicina del Zulia. A su esposa, hijos, demás familiares y a la comunidad de esa Facultad vaya mi palabra solidaria. Descanse en paz.
