El diario plural del Zulia

Expulsados del paraíso socialista, por Leonardo Atencio Finol

Muchas veces nos preguntamos qué nos pasó como sociedad para dejar que este ex-país (A. Blanco Muñoz) se nos fuera de las manos y se hundiera hasta el infierno en el que se encuentra. Hemos dejado que un “cogollo” de militares aliados con civiles sin escrúpulos, nos escamotearan la democracia y la libertad; populistas-demagogos que mienten sin piedad; sin importar las consecuencias de sus actos para la población, porque su objetivo superior es mantener a toda costa el poder, con el sacrificio de todos, menos de ellos. Una casta privilegiada.

La respuesta es compleja pero sin duda es culpa nuestra por todavía creer en el caudillo, un Mesías quien viene a darnos soluciones mágicas e inmediatistas sobre la base de que Venezuela es un país rico. Sin embargo, de golpe y porrazo, cuando de tanto repetirlo nos hicieron creer que éramos ricos (ya lo dudábamos) y estábamos en vía de ser una potencia mundial, nos dicen que se acabó el rentismo petrolero y como Adán, expulsado de el Paraíso, debíamos ganarnos el pan con el sudor de la frente. Ahí se descubrió la economía “productiva”, el conuco y el precio “justo” de la gasolina.

También descubrimos que el analfabetismo cero no era cierto, pues un diputado oficialista señala que Venezuela no es productiva por el analfabetismo de la población. Así mismo, el gobierno recibió un certificado de la FAO porque el hambre ya “no era problema en Venezuela” pero el hambre y la desnutrición corren parejo con el cierre de las importaciones de la mayoría de los alimentos que consumimos. Vamos más allá, hay sectores urbanos que no reciben agua desde hace meses, en algunos casos años, y un racionamiento al que estamos sometidos desde hace tiempo que mantiene en colapso a la salud y la labor educativa, industrial y comercial. ¿La causa?, el fenómeno de “El Niño”, el nuevo terrorista que llegó para quedarse, pues, aunque es un fenómeno climático instalado en el país desde hace tres años, no se han tomado las medidas preventivas y correctivas necesarias, pese a la cuantiosa inversión que se dice fue hecha. Los transportistas del agua hacen su agosto y el virus del Zika, también.

Al no haber lluvias y con los embalses del Zulia en situación crítica (surten a municipios con densa población) además del racionamiento se opta por una medida demagógica y efectista, anunciar (es reiterativo) el corte del suministro ilegal de agua a las granjas con el n de mejorar el servicio a las viviendas. Entonces, al menos en la planicie de Maracaibo, ¿cómo reactivar la producción agrícola? ¿Qué hay del turismo y de la cotidianidad misma de los maracaiberos?

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