El diario plural del Zulia

Esfuércense, por Padre Jaime Kelly MSC

Amigos y hermanos, nos dice la palabra de Dios en Lucas 3,24: “Esfuércense por entrar por la puerta angosta, porque Yo les digo que muchos tratarán de entrar y no lo lograrán”. La puerta angosta nos habla de sacrificio, penitencia y oración, así como de servicio y entrega y de todo aquello que implique un mayor esfuerzo en nuestra vida cristiana para alcanzar la Gracia de Dios. Nos dice la Palabra que muchos tratarán de entrar y no lo lograrán, porque para ello se requiere piedad, devoción, fe, constancia y esperanza de alcanzar a través de nuestro esfuerzo, lo que esperamos de Dios.

Vivimos tiempos difíciles y como cristianos debemos esforzarnos por corresponder a la invitación de la Palabra y con ello al desafío de vencer nuestras limitaciones, que muchas veces se presentan por nuestra pereza, comodidad, miedos o indiferencia. Hoy la Iglesia nos necesita para demostrarle al mundo la presencia de un Dios vivo. Hoy, Venezuela nos necesita, atravesamos un valle de lágrimas, ante la violencia desatada, la injusticia y la maldad. Necesitamos mucha oración para que el Señor ilumine a nuestro pueblo y podamos actuar bajo la acción, la gracia y la sabiduría del Espíritu Santo. Hemos de esforzarnos por reparar tanto dolor por el pecado de esta nación, con el cual hemos ofendido tanto a Dios. Necesitamos penitencia, sacrificio y mucha oración para alcanzar la Misericordia de Dios, ¡eso es esforzarse!, eso es buscar entrar por la puerta angosta. Ya es hora de dejar de ser indiferentes, cristianos cómodos y pertrecharnos con las armas de la luz: oración y participación sacramental.

Nos dice la palabra en la Primera Carta a Timoteo 2, 1 y 2: “Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, sin distinción de personas, por los reyes, los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, con toda piedad y dignidad”. La palabra de Dios es muy clara, oración constante para llevar una vida tranquila, con dignidad y paz. Es tiempo de mucha oración, es tiempo de doblar las rodillas delante de Jesús Sacramentado, reconociéndole como nuestro Rey y Señor. Oremos, adoremos a Jesús Sacramentado, cuántas bendiciones recibimos y fuerzas para enfrentar los momentos duros, la circunstancia de la vida… Vamos a esforzarnos como cristianos, como venezolanos para agradar a Dios y gozarnos de su Misericordia. Como nos dice el Papa Francisco: “No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión”. Amén.

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