¿Eres espectador o protagonista?

Lo primero que te preguntaría sería lo siguiente: ¿En qué te quieres convertir?Para saber en qué te quieres convertir, primero debes construir desde adentro, desde tus creencias, desde tu fe, desde aquello en lo crees y persigues. ¿Crees en lo que Dios dice? Una cosa es decir,“yo creo en Dios y otra muy distinta yo le creo”, cuando yo le creo le estoy mandando una orden a mis pensamientos que ¡Sí!es posible, por lo tanto acciono para que la palabra no muera.

Cuando el entorno se apodera de tu mente eres un espectador de tu vida y no el protagonista. Cuando el cambio del valor del dólar,el elevado precio de los productos de primera necesidad suben continuamente, cuando se da una noticia que llega a ti, que adicionalmente no verificas la fuente sino crees en ella, cuando el clima cambia y si llueve no sales o si hace demasiado calor te quejas, allí eres solo un espectador de tu vida.

Cada circunstancia te va a llegar para que te enfoques o te salgas, si eres obstáculo para la naturaleza nada va a ocurrir en aquello que anhela tú corazón. Solo en la milla extra esta la bendición.

Construye tu propio sistema, encargarte de marcar la diferencia, no se trata de ir en contra, se trata de vivir de tal manera que tu vida refleje gratitud y la energía necesaria que emane en otros el deseo de estar a tu lado, porque te vuelves fuente de vida, te conviertes en la luz donde todos se quieren iluminar, solo allí eres el protagonista de tu propia historia. Hoy reflexiona: ¿Soy abono o realmente produzco?Con tu trabajo creas, pero solo Dios obra. No se trata de complacer al mundo, se trata de construir tu mundo en base a lo que eres. Que tu dolor de hoy no sea la piedra de tropiezo de tu avance, solo a través de dolor podrás formar el carácter, para tener la madurez de saber administrar los recursos que Dios traiga, por ende te entregue en tus manos.

Finalmente ¿De quién son tus pensamientos?Ellos determinaran tú presente y tú mañana.

“Tenemos que pensar lo que pensamos.”