En los 201 años de la Carta de Jamaica, por Dra. Judith Aular de Durán
Ayer martes 6 se septiembre, se cumplieron los 201 años de la misiva más importante en la historia de la integración latinoamericana y caribeña.
Titulada Contestación de un Americano Meridional a un Caballero de esta Isla, la Carta de Jamaica, con puño y letra del Libertador Simón Bolívar, es la más genuina expresión de quien aclamaba la independencia de su país natal y donde se plantea una completa recopilación de los sucesos acontecidos entre 1810 y 1815 por el Ejercito Patriota en pro del la gesta emancipadora.
Con fecha de 1815 y escrita en Kingston, Bolívar le redacta el documento con una aguda visión futurista sorprendente y la necesidad de enfrentar el poder monárquico español que nos dominaba en esa época, a un inglés, que se presume pudo haber sido Henry Cullen, súbdito británico residenciado en Falmouth, cerca de Montego Bay, en la costa norte de Jamaica.
Sin lugar a dudas fue la “carta profética”, donde El Libertador con cinco años de anticipación predijo la caída de la Gran Colombia y el destino de México, Chile, Perú, Centroamérica, La Nueva Granada, Buenos Aires y Venezuela.
También, es referencia de optimismo y tesón frente el fracaso de los dos primeros intentos republicanos. Bolívar no se amilana y recorre el Caribe en busca del respaldo internacional al proceso independentista. La necesidad imperiosa de la integración americana queda plasmada en el documento donde además describía como amenaza, el naciente y poderoso imperio de Estados Unidos.
Como punto interesante, cabe destacar que en el texto Bolívar deja plasmado el sueño de la unión entre la Nueva Granada y Venezuela, en una nueva nación que se llamaría Colombia, “como tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio”, la capital quería que fuera Maracaibo o una nueva ciudad con el nombre de “Las Casas”, “en honor de este héroe de la filantropía”, el Gobierno sería imitación del inglés.
Hoy, dos siglos después, ese texto integrador continua más vigente que nunca. El principal reto para Latinoamérica y el Caribe sigue siendo alcanzar la unidad en intereses y metas. “Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”.
