En honor a los periodistas de Venezuela, por Judith Aular de Durán
En ocasión de la celebración del Día Nacional del Periodista, viene a mi mente una de las afirmaciones más significativas del maestro del realismo mágico y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, cuando confesó, con la pasión del reportero indomable que vive en su corazón, que “Ser periodista es el mejore oficio del mundo”. Nuestra Escuela de Comunicación Social es cantera de talentos y de profesionales comprometidos con la prensa libre y con un ejercicio cada vez más exigente y depurado, ante la abrumadora cantidad de información disponible que demanda del periodista una visión de liderazgo, de orientación y responsabilidad ciudadana, con información veraz y oportuna que derribe el cerco arrollador del rumor y la manipulación.
Ser periodista es un estilo de vida único, de percibir y retratar la realidad sin pausas, siguiendo la brújula del compromiso impostergable con la verdad. Es un compromiso adquirido con la sociedad, porque el periodista es un servidor público por excelencia No por casualidad Fernando Savater, el filósofo español, de ne a los periodistas “como con dentes al servicio del ciudadano”. En ese escenario, el periodista está llamado a defender y preservar la confiabilidad de la información pública, apegado a la ética y al compromiso con la verdad y la ciudadanía. En Venezuela, cuna de libertadores, nunca han faltado las huellas del periodismo valiente y profundo. De defensa y reflexión por una sociedad más humana y justa; con una visión responsable de la vida en todos sus aspectos y alcances, desde lo cotidiano a lo universal.
El compromiso adquirido en este país, por estos profesionales en estos tiempos difíciles, hace que la labor del periodista sea exaltada y admirada. A diario, ellos mismos tienen que informar que han sido víctimas de maltrato, persecución y ofensas que les impide desarrollar su trabajo con normalidad. En el caso del llamado “diarismo”, el periodismo es un reto, una tarea formidable y de mucha presión. Pero igualmente al periodista institucional, que cuenta con más tiempo y disponibilidad, le aguardan desafíos complejos para acoplarse a la organización y contribuir a transformarla; para promover cambios y difundir el trabajo que desde el interior de la institución se está llevando adelante para alcanzar el mejor desempeño.
Desde el Vicerrectorado Académico de La Universidad del Zulia, felicito a esos hombres y mujeres que escogieron “el mejor oficio del mundo” como profesión. Sin lugar a dudas, son profesionales entregados a la sociedad, que cumplen con el deber de informar en tiempos donde la libertad de expresión es efímera. Llegue mi saludo a la junta directiva del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Zulia, así como también a los profesores y egresados de nuestra Escuela de Comunicación Social y de las diferentes universidades de la región, a todo el equipo periodístico que labora en el diario Versión Final y a quienes este año han recibido galardones y premios por su trabajo y trayectoria. No olviden nunca los más altos valores de su profesión: la libertad, la verdad y la justicia. Venezuela necesita de ustedes, ¡sigan adelante siempre!.
