El diario plural del Zulia

¡Elecciones universitarias ya!, por César Ramos Parra

Las universidades venezolanas están sumergidas en una profunda crisis, la cual está ocasionando en ellas daños de consideración que comprometen seriamente su futuro y las aleja cada día de los estándares de calidad que deben caracterizar las Instituciones de Educación Superior (IES), en la postmodernidad.

El Gobierno nacional ha sometido, durante los últimos años, a las universidades a un cerco presupuestario que limita seriamente su desarrollo, vulneran su autonomía y les impide acceder a los avances tecnológicos de punta, condición fundamental para ofrecer a nuestros estudiantes una educación de calidad. Lo que es más grave, las restricciones presupuestarias no alcanzan para cubrir sus gastos de funcionamiento mínimo indispensable, a lo cual se suma la deserción de muchos profesores, con grave pérdida para nuestro capital intelectual, ante unas escalas salariales miserables. Ello afecta igualmente, a los trabajadores universitarios, que no sólo ven limitada su capacidad de acceso a bienes y servicios para una vida digna, sino que se ha creado dentro de las universidades, un clima organizacional signado por la desmotivación, lo cual afecta seriamente la capacidad innovadora.

Esta situación incide negativamente en nuestros estudiantes que ven alterado el tiempo y calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje, agravado igualmente, por los problemas asociados a las providencias estudiantiles, deterioro de sanitarios, comedores, transporte, bibliotecas, laboratorios, salones de clase.

No menos importante es la situación planteada por la no realización de elecciones de las autoridades universitarias y decanales, prolongando exageradamente su permanencia en esas posiciones, expresándose hoy en pérdida de legitimidad, incapacidad para administrar la crisis, falta de creatividad para impulsar nuevos procesos, agotamiento general de su liderazgo, ante la actitud indiferente de la Sala Constitucional del TSJ y del propio Gobierno, para establecer la normativa que posibilite, sin más demora, le realización de los procesos electorales. También es necesaria, por vía electoral, la renovación de la representación profesoral, estudiantil y de los egresados ante el cogobierno universitario.

Las universidades está sumergidas en una profunda crisis, pero la solución debe surgir de los universitarios. Debemos rechazar categóricamente cualquier intento de intervención o mediatización que vulnere nuestra autonomía y poner a prueba nuestra creatividad e imaginación para generar desde su seno, incorporando a los grupos de interés del entorno socioproductivo, las respuestas que conlleven a los cambios estructurales.

El Gobierno nacional no puede continuar supeditando la vida del País a su agenda política, mientras todas las instituciones se hunden cada día en el fango de la inacción, la desesperanza y el fracaso. Ya basta de continuar destruyendo nuestro País. Necesitamos, sin más demora, comenzar a retornar a la normalidad.

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