El diario plural del Zulia

El postgrado garantiza soluciones al país, por Judith Aular de Durán

Si hay algún sector universitario que ha logrado defender su calidad y congruencia ha sido el postgrado. No reconocerlo es simplemente ser egoísta ante el esfuerzo de los diferentes programas para revalorizarse y captar el mayor número de participantes.

Durante mi gestión como Vicerrectora Académica nos hemos enfocado en mantener el ritmo de crecimiento del postgrado en LUZ y se han aprobado un total de 62 especialidades, entre ellas 56 destinadas al sector salud y la red hospitalaria de la región; además se establecieron 24 maestrías, seis doctorados y siete postdoctorados para un total de 99 programas nuevos que junto con los existentes conforman un bloque de más de 300 opciones en los campos de la Medicina, Ciencias Naturales, Arte, Matemática, Física y Química; Agronomía y Veterinaria; Economía y Ciencias Sociales; Educación y Humanidades; Ambiente y Ecología; Ciencias Políticas, Administración de Justicia y Derechos Humanos; Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo, Desarrollo Rural, Planificación y Gestión de los Servicios Públicos, entre otros.

Cada programa en su ámbito es fuente de proyectos y líneas de investigación en sintonía con los problemas del país, como la inseguridad y la crisis penal; el caos del modelo productivo; el quiebre en la generación y distribución de alimentos; el auge de las enfermedades de transmisión masiva; el atraso en los modelos de gestión municipal, entre otras demandas.

En LUZ se ha duplicado el número de postgraduados con los conocimientos y experiencias para transformar el entorno social; un alto porcentaje de estos profesionales espera por oportunidades para aportar su talento en proyectos de desarrollo local y nacional. A la creación de los nuevos programas, se suma el compromiso de los comités académicos en alcanzar la reforma curricular y la acreditación internacional para avanzar en el reconocimiento continental.

Es un trabajo arduo que algunas voces agoreras no reconocen. La acreditación no se limita a la simple comparación de indicadores de rendimiento, sino que aborda la dinámica socioeducativa de cada programa.

En este último aspecto estamos haciendo los mayores esfuerzos para mantener calidad y pertinencia. Necesitamos la inversión y apoyo del Estado, de los Poderes Públicos y de los sectores productivos para seguir impulsando la transformación del postgrado en LUZ y lograr su mayor vinculación con los requerimientos nacionales y el bienestar de los venezolanos.

Lea también
Comentarios
Cargando...