El diario plural del Zulia

El éxodo de los médicos venezolanos por Manuel Ocando

Venezuela ha experimentado el mayor proceso migratorio de su historia en las dos últimas décadas y ese hecho es un el reflejo del deterioro progresivo del país en los ámbitos socioeconómico, político y cultural. La dirigencia del gremio médico venezolano estima que entre 2008 y 2009 migraron más de dos mil médicos, cifra que para 2007 representaba 9,6% de los médicos adscritos al Ministerio del Poder Popular para la Salud. En el año 2015, 13 mil galenos decidieron ejercer en otros países.

Colombia, Chile, España, Ecuador y Estados Unidos fueron los destinos preferidos por las condiciones ofrecidas: una ganancia económica aceptable, sistemas de salud adecuados y mejor calidad de vida. La gran mayoría de profesionales cumplía funciones en los hospitales, un total de siete mil 824 especialistas renunciaron a los cargos públicos, mientras que dos mil 500 se retiraron voluntariamente de los centros privados.

La Universidad del Zulia (LUZ) estima que 15 por ciento de los egresados de pregrado y postgrado de la Facultad de Medicina saldrán del país. De acuerdo a cifras reveladas por personeros de la Facultad de Medicina, se firman semanalmente entre 30 y 40 solicitudes de estudiantes de pregrado y postgrado que desean salir de Venezuela.

La inestabilidad laboral, la falta de insumos para su práctica profesional, la inseguridad, los sueldos miserables, las malas condiciones de trabajo y un incremento en la agresividad del discurso gubernamental en contra de los profesionales de la salud venezolanos son las razones que esgrimen esencialmente los médicos para justificar su marcha en busca de otras alternativas que estén a la altura de sus propósitos profesionales y aspiraciones sociales y económicas.

Los expertos coinciden en que el principal motivo para emigrar de los médicos es el deterioro de las condiciones socioeconómicas del país. La mayoría se va porque siente que la sociedad venezolana ya no tiene nada que ofrecerles excepto inseguridad socioeconómica y política, por eso tampoco querrá regresar si no ven un cambio en su país de origen.

La mayoría de los médicos venezolanos que han emigrado son especialistas, muchos con título de postgrado, lo que ha beneficiado en alta medida a las naciones receptoras por recibir a ciudadanos calificados en quienes no han tenido que invertir dinero para formarlos, pues Venezuela ya hizo ese trabajo. Se trata de una transferencia de riqueza desde nuestro país.

La migración médica no era usual, por lo general 99% regresaba al país, por no decir todos, después de hacer posgrados en el exterior. Así lo hicieron muchísimos médicos en Venezuela, basta repasar la historia de la medicina a nivel nacional y regional. La migración de personal de salud hacia otros países conlleva problemas en el funcionamiento de nuestro sistema sanitarios porque genera escasez, distribución inadecuada y falta de competencia y adecuación por parte del personal médico a las necesidades de la población.

Las consecuencias de este fenómeno poco habitual en los venezolanos son nefastas entre las cuales podemos mencionar las siguientes: centros de Salud impactado por la escasez de médicos, servicios especializados colapsados por la carencia de profesionales médicos competentes, inconsistencias en registros estadísticos y epidemiológicos, resurgimientos de enfermedades erradicadas y epidemias.

Basta con mirar el Sistema de Salud venezolano para identificar los signos y síntomas de la peor crisis experimentada en el país, la cual demanda una atención oportuna e inmediata, mas sin embargo, es vista de soslayo por un régimen hegemónico cuyo único objetivo es mantenerse en el poder indefinidamente.

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