El diario plural del Zulia

El espíritu del 4-F, por Francisco Arias Cárdenas

Cercanos al aniversario 26 del 4-F, es propicia la reflexión sobre el tema del poder: qué es, para qué, por quién.

Poder es, sobre todo, responsabilidad. Es fundamentalmente servicio, trabajo constante por el colectivo. Es convertirnos en ejemplo de virtudes que rompan la crítica descalificadora, que soporte estoicamente las arremetidas de los tradicionales buscadores de poder.

Poder exige consciencia y sensibilidad. No puede ser un objetivo el poder en sí mismo. Es, debe ser, un instrumento para transformar, evolucionar.

De esa consciencia, de esa sensibilidad, parte el dolor del sufrimiento ajeno, la capacidad para sentir y luchar por la vida mejor de los demás.

El poder objetivo, por el que se lucha a cualquier costo y sin importar los medios, se convierte en un azote para los demás y en un karma para quien lo ejerce de esa manera.

Estamos a pocos días de celebrar el 4-F, rebelión de amor y de esperanza. Fue y sigue siendo una rebelión por el dolor ajeno y de entrega, sin medir riesgos, por el colectivo nacional. “La Rebelión de los Ángeles”, la definió una persona cuando nos sintió de cerca y oyó la sencillez de nuestras razones. Así de simples y de sencillos nos captó.

Es urgente que en el poder, los viejos y nuevos actores del 4-F seamos capaces de reflexionar y vernos desde el poder en ejercicio, a 20 años de ser Gobierno.

Nos está prohibido regresar al pasado, mucho más prohibido nos está ejercitar las viejas prácticas del poder que pervirtieron los viejos partidos.

Acompañados de nuestro pueblo, inquietos siempre por el dolor sentido de nuestra gente, con la constancia de Bolívar que Chávez revivió, nos corresponde junto a Nicolás Maduro ganar la batalla electoral este año, y relanzar con audacia iniciativas que tengan la marca de Samuel Robinson para tener el poder verdadero, en un ejercicio de Gobierno junto con la mayoría de nuestros ciudadanos de bien, convirtiendo el ejercicio del poder en el logro de la vida digna y feliz de todos en Venezuela. En paz, con vivencia cristiana, justicia y solidaridad.

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