El diario plural del Zulia

Defendamos la democracia, por Manuel Ocando

La protesta en la defensa de la democracia se plantea en estos momentos cruciales para Venezuela como una condición sine qua non, como el único camino que debemos transitar todos los ciudadanos que creemos en la libertad con el sublime propósito de rescatarla. Ya no se trata de asumir una posición radical en el medio de discursos políticos altisonantes y rimbombantes, sino la única opción, para un país que pierde cada día más su democracia, su libertad y su oportunidad para recuperarla.

Las decisiones del TSJ no han encontrado a una población sumisa, resignada, e indiferente sino que se han tropezado contra la fuerza de un pueblo decidido en las calles a defender la institucionalidad democrática. Estudiantes, obreros, amas de casas, partidos políticos, sociedad civil organizada, todos han ido a las calles, derrotando el miedo y la represión abierta del Gobierno, para expresar claramente que el pueblo venezolano no aceptará mansamente de brazos cruzados la imposición de un gobierno despótico, autoritario y abusivo. Muchos han sido objetos de golpes, balas, gases lacrimógenos, otros detenidos, pero lo importante es que no han logrado extinguir el fuego de la libertad que arde fuerte en el corazón de cada venezolano demócrata. La vocación democrática de los venezolanos supera las ambiciones dictatoriales que devastan naciones y oprimen millones de seres humanos en diversas latitudes.

El tiempo ha llegado para comportarnos como verdaderos ciudadanos orgullos de nuestros libertadores y no como súbditos de un Estado perverso que solo beneficia a los que le son leales. Ser ciudadanos implica estar comprometidos, ser responsables y luchar sin descanso hasta reconquistar la democracia. La resignación al igual que la indiferencia y la apatía que suelen caracterizar a los serviles no pueden ser nunca la actitud del autentico venezolano poseedor de una gran herencia libertaria y bajo ningún concepto deben forman parte de la conducta del genuino venezolano hijo de Bolívar que verdaderamente ama a su patria. Somos un pueblo que conoce lo que es vivir en democracia y debemos entender que esta Venezuela tenemos que lucharla entre todos, hoy, el pueblo está en la calle sin miedo y nada detendrá en la lucha por la defensa de la democracia. El desafío de los venezolanos de hoy es imponerse a través de la protesta, a un gobierno antidemocrático que quiere imponernos su agenda autoritaria y arbitraria. El pueblo está de pie unido en la convicción de que el Gobierno es el único responsable de la crisis en que se encuentra sumergida la nación y del deterioro de la democracia, que constituye el mayor obstáculo para el progreso y el desarrollo de los que habitamos este bello país convertido hoy en miserable por el socialismo del siglo XXI.

La Venezuela libre y democrática que tuvimos hasta el último gobierno de Rafael Caldera, fue producto de la herencia que nos legaron nuestros libertadores, y está en nuestras manos la responsabilidad de rescatar la Venezuela que le dejaremos a las siguientes generaciones. Es el momento de con ar en la formidable capacidad que tenemos para salir de este barranco, y volver al camino del desarrollo, de progreso y de la convivencia pacífica. Mantengamos vivo y vigente el pensamiento de libertad de Miranda y de Bolívar. Defendamos la democracia, es nuestro deber por nosotros y por nuestros hijos.

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