El diario plural del Zulia

“Dark, dark, dark”, por María Guadalupe Núñez

La creación por la Asamblea Nacional (AN), a petición del diputado Miguel Pizarro, de la comisión para estudiar la situación universitaria y el Decreto de Emergencia Económica del Gobierno nacional, crean expectativas. Unas negativas, que nos sumergen aún más en el oscurantismo socialista que nos envuelve desde hace 17 años, el mayor fracaso de la historia; las otras esperanzadoras, como la tierra que espera ansiosa la lluvia fresca que hará germinar la semilla sembrada.

Desde el calvario que significa gerenciar una universidad pública, un bestial desafío a la resiliencia del universitario para adaptarse a las limitaciones de todo tipo, creadas por el Gobierno nacional y nuestra propia responsabilidad en no ser más agresivos en la creación de alternativas de solución, voy a dar un rápido vistazo a la alarmante cuestión presupuestaria, en una institución que, durante el receso navideño, fue víctima de la inseguridad con un verdadero saqueo en algunas facultades y dependencias, lo cual supone una erogación extra para tratar de sustituir lo sustraído.

En 2015, el gobierno asignó a LUZ un presupuesto de 2.400 millones y créditos adicionales por Bs. 8.000 millones. Una cifra astronómica y que manipulando la información se trata de señalar el realero que se aportó a LUZ. Lo que no se dice es que esos créditos adicionales fueron para pagar beneficios socio-económicos al personal, pero para el funcionamiento institucional, no.

Para el 2016, con el tsunami que significa la crisis nacional y la baja del valor del petróleo, suponemos que las universidades sufrirán recortes de todo tipo por no ser prioritarias, según la óptica oficialista, retórica aparte. Baste saber que el presupuesto aprobado fue de 3200 millones (24% del solicitado) mientras que el año pasado fue del 32%. Eso denota lo lejano de la realidad del presupuesto aprobado y nos ata de manos para satisfacer las necesidades y demandas de la academia, urgida de respuestas satisfactorias para no ceder aún más en la calidad de su quehacer; sobre todo la investigación que nutre y es nutrida por las otras funciones esenciales.

Cabalgando sobre las deudas de funcionamiento del 2015, apenas si contamos presupuesto hasta abril, dependiendo de las exigencias de las dependencias. Para los gastos fijos (nómina) ya no hay presupuesto porque la partida se agotó en este mes de febrero. Obligatoriamente, como ya lo estamos haciendo, se tiene que pedir cobertura de emergencia para las insuficiencias con el fin de no detener el andar institucional.

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