El diario plural del Zulia

Construyendo el futuro, por César Ramos Parra

El éxito no vendrá por azar. Es necesario construirlo y toda persona posee el libre albedrío para labrar su propio destino, por cuanto, cada quien es dueño de su voluntad. Si deseamos operar cambios en nuestra vida, podemos desarrollar las estrategias para cambiarla, lo cual podrá partir, necesariamente de una reflexión personal.

El hombre es un ser perfectible, por cuya razón todos estamos en el camino de aprender a ser mejores cada día y el ser humano encuentra su realización en esta vida cuando es capaz de amar y servir a los demás, cuando se esfuerza por hacer cosas trascendentes que dejen huella y cuando es capaz de alcanzar la felicidad, fundamentalmente con su entorno familiar. “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, señala el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para darnos un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11.

El abrir la puerta para entrar a un nuevo año, constituye una estupenda oportunidad para avanzar, pero, luego de una sincera reflexión personal para establecer el lugar donde me encuentro Y SIN CUESTIONARME NI AGREDIRME, PORQUE TODOS SOMOS IMPERFECTOS.

Es necesario realizar un ejercicio de visualización para plantearnos adonde quisiera llegar en los diversos órdenes de mi vida (personal, familiar, trabajo, mi economía, etc.), sobre esa visión poder determinar mis fortalezas y debilidades para actuar con objetividad, sin caernos a cuentos. Igualmente, he de determinar los obstáculos del entorno y las oportunidades que el medio me ofrece. Elaborar un plan de acción para alcanzar las metas permitirá seleccionar los medios y herramientas útiles para obtenerlo.

Pero hay que concienciarse de que los grandes retos no se consiguen de un día para otro; debemos ser flexibles y en caso de que este plan falle, no hay que frustrase sino, plantearse medios alternativos para lograrlo.

En nuestro medio laboral podemos tener muchas opciones pero es conveniente seleccionar las cinco más importantes y centrarse en ellas; establecer los objetivos, cuantificarlos con las metas y determinar el tiempo para alcanzarlo, será de gran utilidad para controlar el proceso que debemos seguir. De lo contrario, estaríamos improvisando.

Organizar mi espacio de trabajo para hacerlo acogedor, contribuir a un clima organizacional solidario con mis compañeros, trabajar en equipo, asumir riesgos, ser proactivos y productivos, hacer el uso apropiado de la web por ser la principal herramienta de la Sociedad del Conocimiento, actuar con generosidad y responsabilidad social constituyen elementos fundamentales para el desarrollo de una cultura innovativa en mi organización.

Pero sobre todo, seamos personas: mejorar los hábitos alimenticios y de sueño, así como ejercitar y practicar meditación para visualizar el escenario donde aspiramos llegar y comunicarnos con el Ser Superior, apoyarán nuestro crecimiento y desarrollo personal. Comer doce uvas el 31, poner un anillo en una copa de champán y encender todas las luces de la casa, son expresiones de nuestra cultura al iniciar un nuevo año; éstas no garantizan que podamos concretar nuestras metas. Para ello hay que trabajar duro y tomar resoluciones que nos ayuden a redireccionar nuestra vida, condición fundamental para encaminarnos al éxito.

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