El diario plural del Zulia

Con la Pasión de un pueblo toparon, por Douglas Zabala

Ya avanzada la tarde cuando los militantes de Pasión por Maracaibo se disponían a retirarse y seguir organizando la jornada de este domingo, se presentó un tropel de esbirros del Sebin a la Sede del Movimiento. Desde el principio sabíamos que iban por el líder del Voluntariado, doctor Carlos Alaimo. Cuando se percataron que no estaba se presentó el primer forcejeo por intentar entrar sin orden de allanamiento. Los dirigentes Marco Rivero, Freddy Araujo, Oscar Alí Moncayo, Jairo Silva y Ángel Peña, junto con el resto de los activistas, con decencia y entereza los confrontaron y surgió el primer atropello al informar los funcionarios que harían una visita rutinaria por denuncias realizadas.

De inmediato todos se encontraron secuestrados, puesto que terminaron allanando el recinto y ordenaron que nadie podía retirarse del sitio. Voltearon patas arriba cada una de las oficinas buscando material subversivo, al decir de los funcionarios. A cada rato y con mucha insistencia, preguntaban quién era el “encargado” del recinto, a lo que se le respondía con firmeza, que era el presidente editor de Versión Final, presidente del Centro Clínico la Sagrada Familia, presidente de la Fundación Humanismo y Progreso y fundador de Pasión Por Maracaibo. A final de la tarde se presentó el jefe de la Comisión Policial, un hombre con acento caraqueño y pasado los 50 años, regordete y con cara de torturador de la vieja Seguridad Nacional Perejimenista. Hubo un cambio de actitud, quizás por haber recibido órdenes superiores. Después de hostigar al joven conductor de la camioneta de Carlos Alaimo, resolvieron retirarse, no sin antes aclarar que habían llegado allí porque les habían informado que desde hace días a ese edificio no paraban de entrar y salir mucha gente de los barrios en actitud “sospechosa”.

Dos hechos habrá que significar en este atropello. Primero, las palabras de Marco Rivero, quien, dirigiéndose a los presentes, expresó: “Compañeros, yo sé que todos sentimos miedo por esta salvajada del régimen, pero ellos también supieron que aquí encontraron firmeza y fortaleza espiritual hasta para soportar sus tropelías”. El otro elemento, es la tercera vez donde los cuerpos de seguridad embisten con saña contra el líder de esta organización, quien más allá del tamaño de su fuerza política, está interpretando el sentir de la gran mayoría de los habitantes de esta ciudad y, de allí el recurrente hostigamiento oficial. De seguro ya estarán preparando otra arremetida contra Carlos Alaimo y sus seguidores, pero eso a nadie amilana, porque se demostró que con la pasión de un pueblo toparon. Hoy millones de venezolanos salimos a decirle al mundo, que desconocemos la realización de una constituyente propuesta sin la aprobación previa del pueblo. Que aprobamos la renovación de los Poderes Públicos, así como la realización de elecciones y la conformación de un nuevo gobierno de unidad nacional, y por no dejar, que demandamos de la Fuerza Armada Nacional su obediencia y defensa de nuestra Constitución Bolivariana. Este triunfo de la Consulta del domingo hubiese sido más contundente en el robado Revocatorio.

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