El diario plural del Zulia

CLAP y hambre en la Guajira

Desde hace más de dos meses, en el estado Zulia se ha venido orientando a los miembros de las Bases de Misiones Socialistas (BMS) de los municipios de la subregión Guajira, para la conformación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). La orientación ha estado liderada por el Estado Mayor, conformado por la Gobernación Bolivariana del Zulia, la Unión Nacional de Mujeres, junto a las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH) y el Frente Francisco de Miranda (FFM), en primera instancia para una distribución organizada de los productos de la cesta básica casa por casa.

Iniciando así formalmente, el registro de las comunidades de la subregión Guajira que recibirán los CLAP. Sin embargo, la ciudadanía sigue esperando las tan anheladas “bolsas de comida” en la modalidad casa por casa. Manifestando, su descontento por no estar recibiendo actualmente, el programa Mercal con alimentos de la cesta básica, es decir, los habitantes de la guajira están sin CLAP, sin MERCAL y sin alimentos.

Según los propios habitantes de los municipios Mara, Guajira e Insular Padilla, los requisitos para acceder al beneficio de los Comités de abastecimiento y producción (CLAP) son interminables, (…) “cada semana exigen cualquier otro documento para supuestamente completar el registro y nada que llega a la comunidad el beneficio”, cuentan los pobladores.

Esta situación es alarmante, puesto que con la alimentación básica no se juega, la población adulta mayor, mujeres embarazadas y los niños son los más vulnerables ante una nutrición insu ciente. Ya se registró la muerte de dos niños wayuu provenientes de la Guajira que, padeciendo un cuadro patológico aparentemente controlable, su estado de desnutrición y especí camente la falta proteína, no les permitió la recuperación efectiva. Lo cual nos permite inferir los efectos que produce la falta de alimentos en las comunidades y, sobre todo, las políticas gubernamentales desacertadas para afrontar la pobreza y situación de hambre generalizada que viven los pobladores de la subregión Guajira.

Para estos últimos, el Gobierno no está dando alternativas inmediatas al problema de la escasez, popularmente manifiestan que es “peor el remedio que la enfermedad”. En los diversos sectores se vive trágicamente el hambre, hay familias que no están haciendo efectiva su alimentación diaria y algunos sólo logran hacer una comida al día. Son los testimonios más desgarradores que lamentablemente se repiten como un denominador común en cada municipio de la subregión Guajira.

Lamentablemente el Estado no está garantizando los derechos humanos fundamentales básicos como la vida, alimentación, salud y otros.

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