Cierre fronterizo simulado, por Rubia Luzardo
El Zulia espera con esperanza la apertura del paso fronterizo libre entre nuestro territorio y Colombia para todos en igualdad de condiciones, sin pagos a terceros por el beneficio de transitar por la zona. Particularmente, los nativos wayuu exigen el cese al maltrato sistemático ejecutado en sus personas, así como una política fronteriza real que responda a las nuevas necesidades sociales sentidas, reafirmando lo ya dicho en otras ocasiones por esta vía con respecto a buscar aprovechar las potencialidades de la Guajira y la integración de esfuerzos con el Estado colombiano.
Tal como nos hemos interpelado en otro momento, lo seguimos haciendo sobre: ¿por qué mantener una política de cierre si su propósito inicial no se alcanzó en el tiempo, ¿a quiénes beneficia realmente esta medida? ¿Cuáles son los intereses ocultos? Ya que en el tiempo hemos visto un incremento del comercio ilícito de venta de productos hacia la zona de Colombia y con mayor preponderancia en los últimos días en el ingreso de alimentos, medicinas, repuestos de vehículos, entre otros traídos del vecino país para abastecer el comercio regional.
Un cierre fronterizo simulado se puede observar en la zona, cuando a cualquier transeúnte se le niega el paso libre y paradójicamente ingresan al país, no uno sino más de un centenar de camiones cargados de todo tipo de productos que son comercializados en los diferentes establecimientos de la región. Asimismo, el comercio colombiano todavía exhibe en sus anaqueles productos venezolanos, y la gasolina sigue siendo el elemento con mayor ganancia para el contrabando extraído de Venezuela a Colombia.
Entonces si la medida del cierre fronterizo no se cumple como es debido y contrariamente sirve de espacio para el “matraqueo” y la corrupción del funcionario en frontera, el Gobierno tiene que asumir su responsabilidad con esta realidad y buscar la integración binacional que contribuya a solucionar los problemas de escasez y abastecimiento por lo menos en la región, porque obviamente si no hay insumos de este lado, el zuliano por naturaleza va a buscar en el territorio vecino lo que necesita y mientras persista esta simulación de cierre seguirán lucrándose de manera ilícita los responsables del resguardo de la medida.
Por ello seguiremos insistiendo en solicitar, una vez más, soluciones institucionales, estructurales y efectivas a la problemática de los ciudadanos que viven en frontera, no más abusos a los derechos humanos y sobre todo sensibilización con la realidad sociocultural wayuu que no tiene frontera porque habita en ambos países mucho antes de su conformación como naciones.
