El diario plural del Zulia

Aplicar la matemática, por Jesús Salom Crespo

Desde hace algún tiempo he venido señalando que estos días son de definiciones y pienso que los actuales momentos demandan hacer realidad nuestra afirmación. Tenemos que buscarle una salida inmediata a esta situación de guerra de unos cuerpos armados contra una población indefensa, que como parte de un ejercicio vital, sale cada día a manifestar en demanda de sus derechos constitucionales, vulnerados en aras de un proceso inconsulto, inconstitucional e ilegítimo, que no cuenta con el apoyo popular y no tiene otro propósito que mantener en el poder a la actual cúpula dirigente que ha sido negligente, ineficiente, incompetente e insensible a los grandes problemas nacionales que afectan el bienestar de la población.

No podemos continuar mirando horrorizados como la más cruenta, perversa e inhumana represión acaba con lo más preciado de una sociedad: sus jóvenes. Ellos representan el futuro, el anhelo de progreso, la sostenibilidad del desarrollo, mediante su accionar profesional y ciudadano. Es el clamor de todos los sectores, en particular del mundo universitario, porque los jóvenes con sus ideales, solidaridad, actitud crítica y esa rebeldía que les es intrínseca, alimentan el pensamiento plural, el crítico. Ellos encuentran en los espacios académicos la posibilidad de expresarse; de extrapolar a sus comunidades los ideales de democracia, de libertad. La aplicación de los conocimientos adquiridos, a su realidad cotidiana.

Pese al talante totalitario del Gobierno nacional hay que abrir espacios para el encuentro. Alejados de todo radicalismo, fanatismo, la idea de dominación y venganza, entender lo provechoso de establecer una negociación con una estrategia ganar-ganar que garantice la resolución del conflicto y proporcione estabilidad política al gobierno que resulte electo; porque de eso se trata: la elección democrática, constitucional de un gobierno de todos y para todos.

En tal sentido, debería aprovecharse la actual coyuntura, el despertar de la FGR, una institución fundamental para el Estado de derecho, para dar paso a la civilidad y acercar posiciones con el otro, lo cual no significa convalidar sus acciones. ¿El fin? iniciar un diálogo franco, abierto y transparente que convoque a una misma mesa a los diferentes factores y actores de la sociedad para en conjunto negociar acuerdos que posibiliten un gobierno de transición que sea la expresión plural y democrática del país. Los tiempos que corren no son de vacilaciones, si no, como escribió José Martí, de las ideas que “valen más que las trincheras de piedras”.

Lea también
Comentarios
Cargando...